La irregularidad de Valtteri Bottas continuó durante el fin de semana en el Gran Premio de Azerbaiyán de F1.
El finlandés fue incapaz de ayudar a la causa de su coequipero Lewis Hamilton en las calles de Bakú. Mientras el británico se recuperó en la calificación, Bottas no fue tan afortunado, ya que la bandera roja por los accidentes de Yuki Tsunoda y Carlos Sainz lo dejaron décimo en la parrilla de salida, al no completar su vuelta lanzada, en la que tenía la ventaja en la succión aerodinámica.
Después, no logró elaborar un avance en el grupo, con todo y el hecho de que hizo su mismo ingreso a fosos que Hamilton, manteniendo su misma ubicación en el grupo. El accidente de Lance Stroll, que juntó al pelotón, le desfavoreció, luego de que la falta de agarre le hiciera perder lugares ante Daniel Ricciardo, Fernando Alonso y los dos pilotos de Alfa Romeo.
Eventualmente, Bottas finalizó 12º con muchas dudas sobre el rendimiento inexplicable de todo el fin de semana en Azerbaiyán, al no entender si fue por el manejo de los neumáticos, un problema central en la carrocería o algo más.
«Me faltaba ritmo, como lo estuve todo el fin de semana, y es difícil entender por qué», explicó. «Un gran problema es el calentamiento de neumáticos, especialmente los neumáticos delanteros».
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«Con los neumáticos duros, necesitaron casi 10 vueltas para calentarse y, en el reinicio, estábamos en problemas con los neumáticos fríos. Estaba intentando todo lo que podía, pero algo no estaba bien con el auto este fin de semana».
«Era una pista única. Tenemos que entender por qué, no fue grandioso en función de desempeño, pero para mí es importante olvidar esto porque no es mi nivel de desempeño».
Mercedes prometió una investigación exhaustiva en el monoplaza de Bottas, quien a pesar de tener tres podios de tercer lugar, dos Vueltas Rápidas y una PP, abandonó en Imola (accidente) y Mónaco (neumático atorado), a lo que se sumó la 12º plaza de Bakú.
En general, el fin de semana quedó lejos de las expectativas en la casa de Brackley, aunque Hamilton estuvo a punto de quedarse con la victoria. Para colmo de males, Red Bull extendió su ventaja en el Mundial de Constructores a 26 unidades.
«En Mónaco y aquí no tuvimos un auto competitivo, punto final», enfatizó Toto Wolff. «Tenemos problemas subyacentes: no estamos logrando que el auto esté en una ventana feliz por los neumáticos».
«Conocemos el déficit y sabemos que tenemos lagunas que simplemente tenemos que superar, pero no tengo ninguna duda de que este es un equipo tan fuerte y enojado, y vamos a convertir ese enojo en una forma positiva y volver».
