FOTO: Matt Sullivan/Getty Images for NASCAR

Hace una semana, Aric Almirola necesitaba expiar sus culpas por entregar una victoria casi segura. Hoy, ya se puede llamar semifinalista por el título de NASCAR Cup.

El estadounidense con raíces cubanas rompió una racha de 149 participaciones sin victoria en la serie al llegar en primer lugar este domingo en el óvalo de Talladega, finiquitando el dominio que su equipo Stewart-Haas Racing estableció en las 500 millas de recorrido. La semana pasada, el piloto que ocupó el lugar de Danica Patrick dejó escapar el triunfo en un accidente.

Durante las tres fases de la carrera, tanto Almirola como Kurt Busch, Kevin Harvick y Clint Bowyer tuvieron los coches más dominantes, al combinarse para liderar 155 de las 193 vueltas completadas; en su momento, se escaparon del resto del contingente por más de seis segundos, algo inusual en un superóvalo como el ubicado en Alabama.

Segunda victoria para el originario de Florida (FOTO: Getty Images for NASCAR Media)

Sin embargo, el combustible y las banderas amarillas casi arruinaron la posibilidad de que algún representante de su equipo ganara, específicamente la que apareció en la penúltima vuelta de la distancia original, ante un accidente múltiple en el que se involucraron Alex Bowman y William Byron y que provocó la implementación del «tiempo extra».

Al intentar completar la carrera con un turno de 53 vueltas, Harvick optó por lo seguro y se fue a los fosos por combustible antes del último reinicio, acción que copiaron Brad Keselowski y Ryan Blaney. En la vuelta final ocurrió otro accidente, ahora con Kyle Busch, Matt DiBenedetto y Chase Elliott como víctimas, aunque no apareció la neutralización.

Kurt Busch tenía todo bajo control, pero al salir de la Curva 4 perdió potencia por la falta de gasolina y le dejó el camino libre a Almirola, quien finalmente se quedó con la victoria, su segunda en la serie y primera desde julio de 2014, la cual llegó en Daytona. Así, aseguró su calificación a la «Ronda de Ocho», de la cual saldrán los cuatro finalistas al título. Solo necesitó liderar el último giro.

Clint Bowyer completó el 1-2 de Stewart-Haas, conteniendo los embates de Ricky Stenhouse Jr, Denny Hamlin y Joey Logano. Pilotos como Jimmie Johnson, quien tuvo un golpe en la primera mitad de la competencia, y Paul Menard, uno de los varios afectados por neumáticos mal ajustados, salvaron el séptimo y noveno sitios.

Entre los contendientes, Kyle Larson esquivó todos los choques para cruzar la meta en 11º posición mientras Kurt Busch, inconforme porque no apareció la bandera amarilla en el final, fue 14º. Su hermano Kyle, junto con Keselowski, Harvick y Blaney, ocuparon las casillas 26 a 29. Elliott, quien ya estaba calificado tras vencer en Dover, y Bowman terminaron en 31º y 33º.

Pero la nota la dio Martin Truex Jr., quien por problemas en su coche No. 78 desapareció a lo largo de toda la jornada, esperando a que el resto tuviera inconvenientes mayores. El campeón reinante de Cup salvó el 23º puesto, teniendo el octavo y último boleto provisional con una carrera restante para el segundo corte, 18 puntos adelante de Keselowski, 22 sobre Blaney, con 26 más que Larson y 68 ante Bowman, colocándose en cierto riesgo de quedar eliminado.

El mexicano Daniel Suárez se mantuvo en la parte alta del contingente durante toda la carrera, aunque al ser el único integrante de Joe Gibbs Racing en luchar contra los usuarios de Ford y Chevrolet, además de no poder trabajar consistentemente con sus coequiperos, poco pudo hacer y finalizó en 16º.

El siguiente compromiso de la NASCAR Cup será en Kansas el domingo entrante, donde se sabrá la identidad de los seis nombres que acompañarán a Elliott y Almirola en las semifinales.