César González Gómez analiza la elección de los pilotos mexicanos por parte de Sauber, una combinación de manejo y economía que ha permitido a la escuadra suiza ascender en la Fórmula Uno.

Sergio Pérez deja a Sauber dos años después de su llegada con un saldo muy positivo en la pista, con tres podios –de 11 totales de la firma como equipo privado en su historia– y el sexto sitio en el campeonato de constructores lo que representa unos 20 millones de dólares más que los que recibió el equipo antes de la llegada de Sergio por parte de la FOM que reparte el ingreso a los equipos de acuerdo a su posición final. La escudería suiza no alcanzaba el podio desde 2009, el último año de la asociación con BMW, esa que llevó al equipo hasta el tercer lugar de constructores en 2008.

Desde entonces, Sauber ha competido como equipo privado los últimos tres años y regresó a la media tabla, rango en donde ha ido ascendiendo hasta superar, en 2012, a Force India, Williams y Toro Rosso. Cuando finalizó la sociedad con BMW al terminar 2009, Sauber quedó a la deriva. Su temporada 2010 fue desastrosa con 15 abandonos y relegado al octavo lugar en el campeonato de constructores. Fue en ese punto que la escudería limpia –Sauber significa “limpio” en alemán, de ahí que usen mucho el color blanco como identidad– encontró su bocanada de aire fresco: México.

Pero el balance ha sido excelente también en el lado comercial. En octubre de 2010, Sauber anunció al tapatío Pérez como su piloto titular para la temporada 2011 semanas después de haber firmado al también mexicano, pero regiomontano, Esteban Gutiérrez como reserva y probador.

Con ellos llegaron fondos mexicanos gracias al patrocinio de Telmex –de cuya Escudería son miembros ambos desde hace años–, Claro, Telcel y el evento Homeless World Cup, todas ellas marcas propiedad de Grupo CARSO, de Carlos Slim. El dinero mexicano siguió fluyendo y semanas después se sumaron la tequilera José Cuervo y la aseguradora Interprotección, más el brazo latinoamericano de NEC.

Aunque la información oficial sobre dinero no suele revelarse por las marcas o los equipos, hay organizaciones independientes que calculan los beneficios, y ese es el caso de FORMULA MONEY que publica sus reportes periódicos y un libro anual sobre las finanzas de la máxima categoría.


Para entender el impacto de visibilidad que tuvieron las marcas sobre la carrocería del monoplaza tomaremos como referencia el debut de Sergio en la Fórmula Uno, acaecido en el Gran Premio de Australia de 2011.

El mexicano tuvo una actuación histórica al arribar a la meta en séptimo lugar y debutar en los puntos, aunque al terminar la carrera, los dos autos Sauber fueron descalificados por violaciones reglamentarias en el alerón trasero, que no les representaban ventaja competitiva, sino que eran la expresión de un error de diseño no verificado. Sin embargo, rodando entre los líderes de la carrera, Sergio logró darle tiempo de pantalla en televisión a las marcas en su carrocería, lo que se traduce en dinero.

Según el reporte de regreso de inversión que publica Formula Money, ese día Claro logró 901 mil dólares en el equivalente a dinero de publicidad por el tiempo en pantalla. Telmex alcanzó 540 mil, José Cuervo 135 mil, Homeless World Cup 112 mil, Interprotección 90 mil y Telcel 47 mil.

Es decir que en total, tan solo las empresas de Grupo CARSO alcanzaron 1.6 millones de dólares en visibilidad durante el gran premio australiano de 2011. Hubo 19 carreras en 2011 y otras 20 en 2012, por lo que la exposición fue significativa, especialmente en casos como el de Malasia en 2012 cuando la televisión siguió al mexicano durante largos períodos de tiempo cuando peleaba la punta o en Italia 2012 cuando remontó superando a los Ferrari para llegar al podio, e incluso en las prácticas en Mónaco 2011 cuando su accidente fue repetido en todos los noticieros del mundo y alcanzó proporciones virales.

Aunque la cifra no se conoce oficialmente, distintas fuentes han estimado que la inversión que Grupo CARSO hace anualmente en Sauber es de alrededor de 20 millones de dólares. En una temporada como la del 2012, en la que Checo alcanzó tres podios y Sauber terminó la temporada en sexto lugar, el retorno de inversión de las marcas patrocinadoras de Sauber en materia de visibilidad y exposición rebasó los 30 millones anuales, simplemente por exposición medida en tiempos de televisión.

Ha sido una sinergia que ha dado resultados a todas las partes, la clásica ganar-ganar. Para el equipo Sauber esta nueva relación también ha podido ir nivelando poco a poco sus finanzas luego de la salida de BMW.


En 2010, el primer año en que el equipo regresó a manos de Peter Sauber, el presupuesto operativo fue de apenas 74 millones de dólares. Con la inyección de capital de las marcas mexicanas a raíz de la incorporación de Checo y Esteban, el presupuesto del equipo en 2012 ya era de 106 millones de dólares, un aumento que abona al desarrollo del auto y que explica, en parte, el regreso de Sauber al podio.

Además, según Forbes, hoy el equipo está valuado en 155 millones de dólares, en comparación a los 130 que valía en 2010. El incremento de su valor ha sido de 19% en los últimos dos años y supera a otros equipos de media tabla como Force India o Williams e incluso se empata con equipos considerados como de primer nivel competitivo, como es el caso de Lotus.

Las marcas mexicanas han sido fundamentales para que hoy Sauber esté en condiciones de pelear por el liderato de la media tabla en la Fórmula Uno. Y es por eso que, aunque Sergio Pérez se ha ido a McLaren, el probador Esteban Gutiérrez fue ascendido al puesto de piloto titular. El objetivo, además de desarrollar a un prospecto que promete por sus buenos resultados en las categorías preliminares –campeón de GP3 y tercero en GP2–, es retener a las marcas mexicanas como patrocinadores.

Así que Sauber no se puede quejar. Sergio Pérez, literalmente, entregó buenas cuentas en la pista y fuera de ella. Hoy llega el turno de Esteban.