Con motivo del 50º aniversario luctuoso de Pedro Rodríguez, CARLOS JALIFE, Biógrafo Oficial de los Hermanos Rodríguez, enlista los mejores triunfos del legendario piloto mexicano en su trayectoria.
#2 – F1 GP de Bélgica – 7 de junio de 1970 – BRM P153 V12
El Gran Premio de Bélgica en Spa se disputa en el lado Oeste de las Ardenas, a pocos kilómetros del Nurburgring alemán del lado Este.
El jueves 4 de junio, un día antes de las prácticas la GPDA sesionó, pues al circuito no se le habían hecho las modificaciones exigidas tras dejar de correr en 1969 por razones de seguridad. La mayoría de los pilotos, encabezados por Jackie Stewart, proponían que se cancelara nuevamente. El belga Jacky Ickx estaba furioso y dijo que él correría aunque fuera el único y dejó la reunión ante la mirada desaprobatoria de Jochen Rindt.
Pedro dijo que él también corría e hizo algún comentario irónico acerca de que no iba a ser una carrera tan rápida ni larga como los 1000 Kilómetros por lo cual no debían preocuparse, pues los competidores de ésta habían sobrevivido.
Su coequipero en Porsche, pero en March en F1, Jo Siffert, no dijo palabra pero asentía con la cabeza al igual que Ignazio Giunti, el acaudalado Conde Romano quien debutaría en el segundo Ferrari. Pedro habló de la tradición del lugar y lamentó la ausencia de Surtees quien seguramente los hubiera apoyado, pero se dio cuenta de que la unidad estaba rota.
Ante el titubeo de varios otros como Bell, Peterson y los franceses de Matra, Stewart volvió a la carga platicando los peligros de la lluvia y logró que los pilotos aceptaran una petición a los organizadores para que la carrera empezara el domingo a las 11 de la mañana o en cualquier otro momento antes de las 3 de la tarde siempre y cuando no estuviera lloviendo.
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Se tomó una votación para ver quién quería correr en caso de lluvia y uno a uno votaron. El resultado final fue casi unánime en favor de no correr con lluvia. Un piloto se opuso: Pedro Rodríguez, quien asentó que «no dudaría en correr aun cuando una lluvia torrencial azotara Spa, o, para el caso, cualquier otro circuito».
Stewart estaba furioso con el mexicano cuando éste dijo irónicamente al aire que si los demás no corrían, eso le iba a hacer más fácil ganar la carrera. Los pilotos también oyeron la propuesta de instalar una chicana en el cruce de caminos de Malmedy, una curva amplia tomada a 250 kph aproximadamente, lo cual fue aceptado a regañadientes, pues el rediseño podía resultar más peligroso que el trazado original.
Los 18 pilotos inscritos salieron a practicar el viernes con mucha cautela, y Stewart puso la muestra con 3’31.6″. La sesión del sábado en la mañana fue más rápida y el ‘escocés volador II’ bajó a 3’28.0″. Rindt, en el Lotus 49C de Miles, pues su Lotus 72 había tenido problemas de suspensión, se colocó segundo a 2.1 segundos y Amon hizo un par de décimas más y Brabham no mejoró su tiempo. Pedro igualó el de Stewart del día anterior.
La segunda sesión del día fue menos rápida y solo Ickx mejoró a cuarto en la parrilla, mientras Pedro voló un motor. La parrilla sería de 3×2 y Pedro saldría sexto, justo atrás de Stewart, pues Ickx estaba metido en la segunda línea.
A pesar de una buena arrancada, Pedro perdió tiempo pues Stewart patinó las llantas, lo cual permitió que Rindt y Amon lo pasaran y el austriaco encabezó el pelotón en Eau Rouge con un espacio evidente entre los tres primeros y Brabham que venía cuarto seguido por Ickx y Pedro.
En la ida hacia Malmedy, tanto el Ferrari como el BRM lograron pasar al tricampeón australiano y después de la nueva chicana Pedro pasó a Ickx mientras Amon y Stewart hacían lo propio con Rindt. Al llegar a La Source el orden era Amon, Stewart, Rindt, luego un espacio y Pedro en cuarto encabezando a otros seis pilotos.
Stewart pasó a Amon en la segunda vuelta y Pedro se acercó a Rindt para formar un cuarteto adelante. Para la tercera vuelta Amon repasó a Stewart y Pedro se salió del aire cortado por Rindt y lo pasó fácilmente para colocarse tercero. A la siguiente vuelta, Pedro volvió a ejecutar su ‘resortera’ en la recta de Masta y victimó a Stewart para tomar el segundo sitio.
Finalmente, en la vuelta 5, Pedro ejecutó su maniobra una vez más en el mismo sitio y se apoderó del liderato en su BRM cabalísticamente marcado con el número 1.
Pedro traía un BRM V12 cilindros contra un Ford-Cosworth V8 y aunque la diferencia en el dinamómetro era de 10 caballos, en la pista eso imposibilitaba a Amon a superar a Pedro por potencia, tendría que hacerlo por táctica. Sin embargo, Amon no estaba preocupado, pues los BRM tenían la reputación de no durar.
Pero con motor nuevo las vueltas pasaban y Pedro punteaba sin ser inquietado. Los Matra estaban ahora tercero y cuarto a más de un minuto de Pedro y Amon. El final se acercaba y Amon tenía que intentar algo porque la diferencia seguía siendo inferior a los dos segundos.
En la última vuelta Pedro y Amon cruzaron una vez más la línea juntos seguidos, dos minutos atrás, por los Matra. Amon hizo su intento final, no funcionó y Pedro cruzó la meta en 1 hora, 38 minutos y 9.9 segundos mientras Amon llegó 1.1 segundos atrás.
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La vuelta más rápida fue precisamente la última de Amon en 3’27.4″, a 244.69 kph, 10.9 segundos más lenta que el récord de la pista impuesto por Pedro semanas antes en el 917K. El promedio de la carrera fue 252.951 kph, el más alto registrado en la historia de la F1, a pesar de la chicana de Malmedy. No hubo accidentes, pero la GPDA se impuso finalmente y no volvería a correrse un Gran Premio en esa pista en su trazo original de 14 kilómetros.
Fue la primera victoria de campeonato de BRM desde Stewart en 1966 y primera victoria de un auto de 12 cilindros desde Rouen en 1968. Pedro completaba su segundo triunfo en apenas 41 carreras, liderando más de 300 kilómetros y rebasando en la pista a los cuatro campeones que le antecedían y a Chris Amon. Pedro ganaba a pulso, no requería regalos.
