86 días después de su accidente en Bahrein en noviembre pasado, Romain Grosjean regresó en un auto de carreras este martes, al completar su primera prueba en IndyCar.
El francés completó 83 vueltas a bordo del auto de Dale Coyne Racing-Rick Ware en Barber Motorsports Park, en una jornada en la que, a pesar de tener un incidente menor, ya comenzó a adaptarse a la dinámica de la serie, arriba y abajo de su auto.
«Lo primero fue adaptarme al coche, entender cómo funciona y asegurarse de que la posición del asiento fuera buena, que era, así que eso ya era lo primero bueno», compartió.
«Probamos configuraciones diferentes en el auto sólo para que yo tuviera una idea de lo que sucede cuando cambiamos esta o aquella configuración porque, obviamente cuando llegas a la pista de carreras, nunca tienes tanto tiempo».
«No buscamos encontrar el equilibrio perfecto, sino más asegurarnos de que tuviera una idea de lo que estaba sucediendo mientras estábamos cambiando cosas importantes en el auto».
Grosjean, quien sólo participará en circuitos no ovales este año en IndyCar, marcó el 12º tiempo entre los 12 participantes en la prueba, aunque considerando que fue la primera vez que se subió al Dallara IR-18, quedó a menos de un segundo del piloto más veloz, el holandés Rinus VeeKay.
También aprovechó la oportunidad para medir la fortaleza de su mano derecha, que fue la que quedó con quemaduras en el accidente en Sakhir, aunque no tuvo dificultades mayores.
PRIMER DÍA DE ESCUELA.@RGrosjean describe sus primeras sensaciones tras manejar un #INDYCAR en @BarberMotorPark.@DaleCoyneRacing @RickWareRacing @HondaRacing_HPD pic.twitter.com/Qj2gsJv5XF
— IndycarLatinoAmerica (@indycarlatinoa1) February 24, 2021
«Hay una ampolla grande y bonita en mi pulgar izquierdo que no es bonita, pero en cuanto a manejo estuvo bien. No fue doloroso. Estaba siendo un poco cuidadoso en algunas de las curvas, pero en general, no ha sido una limitación», explicó.
«Se sintió bien. Realmente me sentí como en casa al principio. Obviamente, es un auto nuevo, así que tuve que adaptarme un poco a mi nueva posición de manejo y así sucesivamente, pero las cosas rápidamente se sintieron bastante suaves, lo cual fue bueno, y luego descubrí la alegría de no tener una dirección asistida».
«No me arrepiento de todas esas horas en el gimnasio, pero tal vez haga algunas más por si acaso».
Grosjean volverá a probar el lunes próximo, en el circuito californiano de Laguna Seca.