Oficialmente, la iniciativa para construir una pista de F1 en Rio de Janeiro, Brasil, se desechó.
En mayo de 2019, el presidente Jair Bolsonaro anunció, con Marcelo Crivella, Alcalde en turno, la firma de un acuerdo para construir un autódromo al oeste del distrito de Deodoro, con financiamiento de entidades privadas.
Pero con todo y el hecho de que Liberty Media y la empresa Rio Motorsports, que también había adquirido los derechos de transmisión de F1 y MotoGP para Brasil, firmaron un precontrato en septiembre del año pasado, las negociaciones no fructificaron, dada la imposibilidad de la compañía para solventar la inversión correspondiente.
Además, estaba el tema del impacto ambiental que un autódromo de clase mundial causaría en el área de Deodoro, siendo las declaraciones de oposición de Lewis Hamilton las que resonaron en lo mediático.
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F1 optó por renegociar con la Prefectura de Sao Paulo para mantener el Gran Premio en Interlagos, amarrando un contrato hasta 2025, aunque dicho acuerdo sigue a la espera de ser ratificado por un juez local, a fin de revisar si hubo irregularidades en las negociaciones.
Fue hasta esta semana cuando Eduardo Cavaliere, Secretario de Medio Ambiente de Río, desistió del proyecto; a cambio, presentó una iniciativa para hacer de Camboata un centro de conservación.
«Río corre por un futuro sostenible: el Bosque de Camboatá no se reemplazará por el Circuito Internacional de Carreras de Río», escribió en Twitter.
«Bajo el liderazgo del Alcalde Eduardo Paes (quien asumió el cargo el 1 de enero), hemos retirado oficialmente el proceso de licencia de la construcción».
No que depender da Prefeitura do Rio, a construção do Autódromo Internacional do Rio de Janeiro não será na Floresta do Camboatá. A Prefeitura @eduardopaes será dura na defesa do Meio Ambiente. pic.twitter.com/4Zqkq4QkXb
— Eduardo Cavaliere (@ecavaliere_) February 1, 2021
