MCLAREN SIGUE SIN SER SUPERADO
Primero fue Schumacher y Ferrari a principios del siglo XXI, después Red Bull Racing y Vettel al principio de la década y, a partir de 2014, ha sido Mercedes Benz, con Hamilton y Rosberg, quien ha tratado de igualar el dominio de los de Woking entre 1988 y 1991. Sin embargo, la tercia McLaren, Senna y Prost/Berger, no ha sido batida por Ferrari, Red Bull Racing ni Mercedes Benz, aunque estos últimos son quienes están más cerca de lograrlo.
En la estadística fría las fechas plateadas tienen ventaja, pues en su periodo de dominio han logrado 51 victorias en 59 intentos (86%) contra 39 de 64 (60%) o, acotándolo al periodo Senna-Prost de 1988-1989, 25 de 32 (78%), para una diferencia abismal. En Posiciones de Privilegio, Mercedes logró el 94% durante 2014-2016 (56 de 59), mientras que McLaren “únicamente” partió desde el primer puesto en 75% de las ocasiones (48 de 64). Finalmente, para las Vueltas Rápidas, el porcentaje de los dirigidos por Toto Wolff es un decente 55% (33 de 59), los de Ron Dennis obtuvieron el 34% (22 de 64) durante 1988-1991. Pero hay una estadística poco conocida y más brutal: de las 1021 vueltas dadas en 1988, Senna y Prost lideraron 993, o sea 97.3%, Eso es dominio.
Pero la historia no queda en los números. También hay que ver lo que sucede al volante. No hay duda que Senna-Prost es mucho mejor combinación que Hamilton-Rosberg y esta quizá podría ser más equiparable a la de Senna-Berger de 1990-1991. Pero sin entrar en ese detalle, hay que recordar que la confiabilidad de los autos a finales de los ochenta y principios de los noventa no se compara con la de los autos actuales. La cantidad de retiros por cuestiones mecánicas, hidráulicas y eléctricas de aquella época no dependía de los pilotos, que nada podían hacer ante dichas fallas, mientras que Mercedes Benz ha logrado una confiabilidad casi al 100% que, en gran medida, es el estándar actual de la categoría.
Finalmente, también debemos considerar que el dominio de McLaren se dio en un periodo de constante cambio, en el que primero utilizaron los motores turbo V6, después los V10 y, para 1991, ya tenían un V12, por lo que implicó un excelente equilibrio entre motor, aerodinámica, manos y confiabilidad, misma que los de Mercedes Benz gozaron, al no haber existido cambios de reglas considerables durante su dominio 2014-2016. Sumen la temporada 2013 y vean como cae drásticamente la estadística fría para los germanos. Por ello, me parece que el dominio de McLaren es, todavía, el más impresionante que ha visto la F1.
MERCEDES, EL MÁS DOMINANTE
En los últimos tres años, Mercedes ha perdido ocho grandes premios de 59. Sin embargo, si nos ponemos a pensar en por qué los perdieron, nos daremos cuenta de que ese número es demasiado alto y no refleja la realidad de lo dominante que ha sido el equipo.
En Canadá 2014, se dañaron sus unidades MGU, quitándoles 160 caballos de fuerza y añadiendo presión a sus frenos traseros. Hamilton se retiró, pero Rosberg logró mantenerse en segundo. Ese mismo año en Hungría, después de mucha lluvia y dos autos de seguridad, Hamilton y Rosberg se enfrascaron en una batalla por ver quién paraba más tarde y le dieron la oportunidad a Ricciardo de ganar. Luego en Bélgica, cuando peleaban ambos por el primer sitio, se tocaron en Les Combes, lo cual dañó a Rosberg y eliminó a Hamilton, dando paso a otro triunfo de Ricciardo.
Durante la siguiente temporada, la situación no cambió mucho, pues los de Mercedes volvieron a ganar 16 de las 19 fechas del campeonato, con las derrotas cayendo a manos de Vettel en Malasia –gracias a una estrategia de dos paradas contra las tres de los alemanes–, el mismo Vettel en Hungría –gracias a una colisión entre Ricciardo y Rosberg cuando el alemán estaba a menos de un segundo del primer lugar– y en Singapur –donde Vettel venció a los Mercedes desde el sábado en la calificación.
Finalmente, en 2016 vimos a los alemanes vencer en todas menos dos carreras: España, cuando Hamilton y Rosberg chocaron en la primera vuelta, y Malasia, donde Lewis iba liderando hasta la vuelta 40 cuando su motor falló.
El punto al que quiero llegar es que en estos tres últimos años, en ningún momento hemos sentido que Mercedes no vaya a ganar. Sí, han perdido ocho GPs, pero los han perdido ellos más que hayan sido ganados por la competencia. El dominio es claro y evidente, tanto que ha convertido a la categoría en algo demasiado predecible. Tal vez algo más significativo es que en esos mismos 59 grandes premios las flechas plateadas llevan 56 Posiciones de Privilegio, señal de que, en condiciones de pista libre y por pocas vueltas, realmente no hay un auto más dominante que el suyo.