Por Moises Alonenei
Scott Pruett echa a perder la labor de Memo con un intento de rebase mal pensado.
Grand Am Austin
La Grand Am llegó al nuevo Circuito de las Américas en Austin con muchas expectativas, que se cumplieron, incluyendo una buena asistencia. Las prácticas fueron de adaptación y la calificación del viernes la ganó el equipo local, Bob Stallings Racing, cuyo piloto Jon Fogarty en el Corvette prototipo #99 obtuvo su Posición de Privilegio 24 de por vida en la serie. El ganador de Daytona, el Riley-BMW #01 del Telmex- Ganassi, quedó tercero, pero en la arrancada Memo Rojas se enfiló por dentro en la primera curva y dejó parados a todos sus rivales saliendo en punta y procediendo a alejarse: fue una maniobra magistral que solo un gran piloto en plena cima de su habilidad puede ejecutar.
Memo se despegó de sus rivales hasta que vino una bandera amarilla que permitió la primera parada del día y ahí cargó combustible y cambió llantas para salir en cuarto, aunque pronto recuperó la punta y volvió a alejarse estableciendo un ritmo que los demás no podían seguir. Max Angelelli, en el Corvette DP #10 fue el que menos se alejó y cuando quedaba poco más de una hora de carrera, de las 2°45’ pactadas, la mayoría de los autos entró a fosos. Memo se bajó y subió Scott Pruett, quien salió detrás de Max –quien sólo puso combustible– pero se le fue encima en cuanto tocaron la pista y en la sección de las Eses, Max tomó su línea y dejó a Scott irse ancho contra el bordo que delimita la curva con el cual pegó. La trompa del Lexus salió volando y Scott paró a reparaciones, aunque no perdió la vuelta y luego se recuperaría para terminar tercero, pero la victoria se había escapado.
Angelelli tampoco ganó, pues la punta la tomó Alex Gurney en el “Dragón Rojo” #99, quien había parado en verde por un problema en su radio y cuando hubo una amarilla cerca del final, estaba mejor colocado para aprovecharla y se fue al frente. Ryan Dalziel intentó alcanzarlo, pero le faltó tiempo y el equipo tejano ganó por primera vez en más de un año.
En la GT el BMW de Bill Auberlen sacó una victoria sorpresiva sobre un trío de autos Porsche 911 y en la GX repitieron los Porsche Cayman sobre los Mazda diésel.