Por Mariana Alfaro
Danica Patrick, quién también fue modelo, sorprendió al mundo del automovilismo al lograr la ‘Posición de Privilegio’ el pasado mes de febrero en las 500 Millas de Daytona en la primera prueba oficial de la campaña de NASCAR a bordo de un impresionante Chevy SS color verde por su patrocinador Go Daddy.
Danica, se convirtió en la primera mujer en liderar una vuelta bajo bandera verde en la historia de la Daytona 500 (y de paso de la serie premier de NASCAR) y es ahora también la poseedora de la mejor posición en carrera en la serie y en esta considerada como ‘The Great American Race’. Acabó octava, después de estar en tercer sitio en la última vuelta, Danica es digna de llevarse las palmas de los aficionados, ya que un sitio entre los 10 mejores nunca había sido alcanzado por una mujer en Daytona.
Danica es una mujer de acción, decidida y completa en todo sentido, pues además de ser bella, maneja muy bien; es inteligente al volante y no se deja intimidar por la presión que pudieran ejercer correr al lado de 42 hombres en una categoría tan difícil como lo es NASCAR. Ella demuestra una gran concentración al volante, es muy rápida y entiende bien cómo funciona el auto, pues sabe de mecánica tanto como los ingenieros y habla al mismo nivel con ellos, lo cual es muy importante para su desarrollo en la competencia.
Pese a ser su primera campaña completa en la Copa Sprint de NASCAR, Danica llegó a un buen equipo, el Stewart-Haas Racing, y logró acoplarse al auto, al punto que se convirtió en la primera mujer en lograr la PP en esa categoría, como lo había hecho anteriormente en los monoplazas de IndyCar, en donde corrió hasta 2011.
Considerando que corre en una categoría que no es de tecnología de punta como la Fórmula Uno, al manejar un automóvil stock con embrague duro y caja manual, que no es fácil controlar a altas velocidades, Danica demuestra que las mujeres tienen un lugar en un deporte que durante años, se ha imaginado únicamente para hombres. Ella, al ser la primera mujer que logra tener éxito en IndyCar y ahora en NASCAR, vuelve aún más interesantes esas categorías y las sujeta al escrutinio de las féminas, especialmente las niñas, que antes no estaban al tanto de que ser pilota fuera una opción de vida.
Danica se muestra ante nosotros como una amazona –no sólo por su cabellera larga y negra, su piel clara y su figura esbelta– sino por su porte y accionar en un mundo en que todo es un campo de batalla, no hay diferencia entre hombres y mujeres, amigos o enemigos, y la batalla se concentra simplemente en ganar.
Atractivo visual para el género masculino, motivo de orgullo e inspiración para el género femenino, el nombre de Danica es reconocido y hace historia en el automovilismo mundial.
Ella tiene talento y sabe cómo usarlo, sin duda la clave que la ha llevado al éxito en todas las categorías en que ha corrido y que, seguramente, seguirá empleando con habilidad. Por eso, es un hecho indiscutible que Danica no solo es bella, ¡también sabe correr!