FOTO: James Black/IMS, LLC Photo

Es el clímax del verano y eso significa que la IndyCar acelera su proceso para alistar las fechas del calendario del próximo año.

Siendo una categoría que ha tenido adversidades para lograr estabilidad en cuanto a las sedes que incluirá en su campeonato, 2019 ha implicado uno de sus mayores retos en tiempo reciente, ya que la mayoría de las pistas y promotores con los que tiene relación, están en su último año de contrato. Por ello, el trabajo que Mark Miles y su grupo establezcan es vital para mantener atractiva a la serie.

Por lo pronto, además de las «500 Millas de Indianápolis» del 26 de mayo, otras sedes confirmadas para el siguiente año, y que han generado asistencia positiva en cada una de sus ediciones, son las calles de St. Petersburg, Florida, que abrirán el certamen el 10 de marzo, en tanto que Long Beach llevará a cabo su 45° Gran Premio el 14 de abril; el autódromo de Barber también será visitado en el cuarto mes del año.

Estas carreras tienen asegurada su estancia en la IndyCar por, al menos, dos años, al igual que Road America, que ratificó su continuidad hasta 2021; el evento del siguiente año será el 23 de junio.

Aunque todavía no anuncian una fecha, las calles de Toronto, el circuito de Mid-Ohio y el óvalo de St. Louis, que han generado una buena afluencia de personas, también seguirán albergando eventos de la serie hasta 2020, así como Portland, que el 3 de septiembre regresará al campeonato de la especialidad de monoplazas.

La curva del «Sacacorchos» de Laguna Seca, circuito que estará en el calendario del próximo año (FOTO: Toyota Racing)

Este martes, Laguna Seca anunció su incorporación por primera vez desde la época de CART/Champ Car, en 2004; el circuito ubicado en Monterey, California, será la sede de la última carrera del torneo del próximo año, con fecha de 22 de septiembre.

Por su parte, las negociaciones con otros promotores están en marcha, teniendo atención especial en el parque municipal de Belle Isle de Detroit y en el óvalo de Texas. Sus respectivos dirigentes tienen interés de situarse después de la Indy 500 y, aunque en el circuito temporal se negocia una extensión de contrato por tres temporadas, el autódromo de Fort Worth siempre anuncia sus fechas año con año. Los óvalos de Iowa y Pocono también están en conversaciones para continuar con IndyCar.

En contraste, al menos una carrera no regresará en 2019. Después de tres intentos de crear una base de aficionados y un buen espectáculo, Phoenix decidió no renovar su relación en tanto que el autódromo de Sears Point, al ver en Laguna Seca un rival directo por la región del Norte de California, no tiene, en teoría, interés por mantener su asociación con la categoría.

Respecto a México, a pesar de los rumores que tomaron gran impulso el año pasado, no se ha consolidado nada en concreto, aunque una hipotética presencia de pilotos como Patricio O’Ward y Alfonso Celis en el futuro cercano ayudaría a encontrar al promotor adecuado.

Ante el impulso que ha tomado en tiempo reciente, el interés que ha generado por las motoristas y equipos, junto con su nivel de competitividad, habrá que seguir la forma en la que termina de conformarse la agenda para 2019.