EN LA MITAD DE FRANCIA, A MEDIADOS DE JUNIO, LAS TECNOLOGÍAS HÍBRIDAS COMPETIRÁN POR LA SUPREMACÍA Y NUESTRO EDITOR ANALIZA LAS POSIBILIDADES DE LOS EQUIPOS

Con reglas nuevas en 2014, especialmente en cuanto a consumo de energía y clasificación de los pilotos en las clases GT, Le Mans está abierta sin un favorito claro, como es usual en esta carrera de tanta duración en la cual todo puede, y suele, suceder.

LMP1

La clase mayor LMP1H, ha mostrado que Toyota tiene ventaja en 2014 con su híbrido de gasolina, sobre el similar de Audi de diésel; Porsche, aunque veloz, sigue sacando detalles en su regreso a la resistencia al más alto nivel tras una ausencia de más de tres lustros. Lo fácil sería decir que Toyota va a ganar en Le Mans, pero no es lo mismo una carrera de 6 horas, como lo son siete de las ocho del campeonato, que las 24 Horas. Una de las reglas de Le Mans siempre fue usar más autos porque siempre hay desperfectos que no se dan en seis horas, pero que salen a relucir en la competencia de un día, por lo que hay que tener reservas. Sin embargo, sólo Audi manda un tercer R18 a Le Mans, y Toyota y Porsche se contentan con sus dos prototipos usuales que corren todo el campeonato. También hay que contar que la lluvia y el R18 con su tracción total (quattro) es muy ad hoc para esas condiciones y ha batido a autos más veloces con base en su constancia, como lo fue en 2008 contra Peugeot. Finalmente, hay que considerar que hay 55 autos, muchos de ellos pilotados por amateurs no muy hábiles, pero muy bien forrados. Esos provocan accidentes dada la diferencia de velocidad existente, por lo que el resultado depende también de la suerte de encontrar a los rezagados en un momento y sitio adecuados. Dicho todo eso, Toyota debería ganar, pero los germanos han preparado esta carrera hace meses –de hecho para Porsche es la única que importa aunque digan lo contrario– y una sorpresa no es improbable.

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También están los prototipos LMP1L (Light, o sea, no híbridos) cuyo campeón Rebellion Racing tiene un auto nuevo, el R-One construido por ORECA con motor V8 Toyota de gasolina y 3.4 litros de aspiración normal. No es probable que pueda andar al ritmo de los híbridos, pero su constancia les podría dar un podio general si suficientes de esos autos fallan.

LMP2

Solía ser la categoría con más autos, pero a raíz de los
 aumentos de costos y de la 
falta de pilotos amateurs con
buenas manos, han reducido 
el número de participantes,
 pues incluso el campeón 2103,
 el mexicano Ricardo González,
 y el potentado argentino Luis
Pérez Companc, han optado por
 correr en GT. El indiscutible favorito
 parece ser el ganador de las 6 Horas
 de Silverstone y de Spa, el equipo
 G-Drive con su Morgan-Nissan 
(hecho por los galos de OAK Racing,
 que ahora producen el Ligier P2 como substituto). Su competencia vendrá
 de los ORECA-Nissan que tiene varios equipos, como los rusos de SMP Racing
con dos autos, los chinos de KCMG, o el Millenium (antes Delta-ADR) con dos de
 esos LMP2 manejados por ex F1 como Johansson y Nakano, además del volante 
de IndyCar Mike Conway (ganador en Long Beach) y el probador de McLaren F1, Oliver Turvey. La batalla puede definirse por cantidad para estos últimos, pues en calidad están muy parejos con G-Drive.

GTE PRO

Aquí la batalla 2014 se ha dado entre los Porsche
 911 del equipo oficial Manthey, y los Ferrari 458
 Italia de su similar, AF Corse, mientras los Aston
 Martin Vantage V8 han sufrido por haber tenido una elevación en su altura sobre el piso de 5 centímetros, que no fue compensada por la reducción de 15 kilos
 en peso. Porsche, con escuadras de tres pilotos,
 inició con el 1-2 en Silverstone, pero Ferrari dio una carrera impecable de la dupla Vilander-Bruni, empató
 el marcado en Spa (ver reporte, pag.82). Para Le Mans la batalla promete ser brutal, pero Porsche tiene de lado su consistencia, todos saben que los 911 pueden girar durante días sin sufrir, cosa no cierta para sus rivales, por muy preparados que estén. Aston, aspira al podio, si sus problemas de aerodinámica se resuelven, no más.

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GTE AM

Aquí parece lo opuesto de la clase Pro, pues los Vantage V8 han sido los más rápidos, quizás porque sus pilotos son los menos malos de la clase. El Aston Martin danés (tres pilotos de esa nacionalidad) ganó en Silverstone, pero en Spa los batió el Ferrari del che Luis Pérez Companc, acompañado de dos volantes oficiales de Ferrari. Pero el mejor equipo de la firma de Maranello en esa clase parece ser el del venezolano Enzo Potolicchio, 8Star Motorsports, sin descontar al británico de RAM Racing que tiene a Johnny Mowlem y Ben Collins (el ‘Stig’) en su asiento. Porsche no parece tan bravo en esta clase, pues usa los viejos 911 (estilo 997) no los RSR tipo 991 de la clase principal, pero la consistencia siempre los hace peligrosos.

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