FOTO: Suzuki Racing

Por primera vez en más de 35 años, una carrera del MotoGP se canceló por malas condiciones climáticas.

Ni el cambio de horario de arrancada ni los esfuerzos para secar el circuito de Silverstone fueron suficientes para llevar a cabo el GP de Gran Bretaña, ante la fuerte tormenta que apareció el área de Northampton durante este domingo.

Inicialmente, los organizadores adelantaron el horario de arranque de la clase estelar, pero ante la lluvia incesante se generó un retraso de más de cuatro horas mientras se llegaba a una conclusión; pese a que era una opción con apoyo importante, correr el lunes no era opción por diversos motivos de logística.

Después de múltiples reuniones entre la promotora Dorna, los representantes de la Asociación Internacional de Equipos (IRTA), motociclistas y dueños de equipo, se acordó no correr. Moto2 y Moto3 también cancelaron sus respectivas competencias.

«Principalmente es debido al agua acumulada en la superficie y creo que ya se han visto los resultados cuando hemos estado corriendo aquí en lluvia fuerte, que el circuito en algunos lugares no es seguro por la manera en la que el agua no drena desde la superficie», explicó el Director de Carrera, Mark Webb, en conferencia de prensa.

«Nosotros hicimos todo lo que posiblemente pudimos para correr un evento hoy, obviamente lo último que cualquiera de nosotros queremos hacer es cancelar un evento; sin embargo, la seguridad se mantiene como prioridad».

En la última práctica del fin de semana, un accidente múltiple en la Curva Stowe ocurrió mientras caía una fuerte tormenta, en la que hasta cinco pilotos perdieron el control de sus máquinas. El más perjudicado fue Tito Rabat, quien al recibir un golpe de la motocicleta de Franco Morbidelli, sufrió una triple fractura en su pierna derecha, por lo que requirió cirugía de emergencia en un hospital local.

Por ello, sumado a la lentitud en el proceso de drenado del circuito, repavimentado a inicios de este año, que incluyó el corte de varias partes del asfalto, los participantes mantuvieron su postura de no manejar mientras no se garantizara la seguridad en condiciones difíciles. 

Es la primera vez desde Austria en 1980 que no ocurre la cancelación de una carrera de la categoría estelar; en esa oportunidad, la nieve impidió la celebración del Gran Premio. 

La siguiente carrera de la categoría será en Misano, el 9 de septiembre.