Seis años han pasado desde que Zak Brown tomó las riendas de McLaren y él ha notado un cambio total en la mentalidad de la compañía.
A finales de 2016, el californiano asumió la Dirección Ejecutiva de la empresa británica, que implica la cabeza estratégica, operativa, de mercadotecnia y desarrollo comercial.
Siendo el sucesor de Ron Dennis, cuyos años finales se caracterizaron por la baja en rendimiento en su asociación con Honda y una disputa interna entre Dennis y Mansour Ojieh, lo que más le sorprendió fue la actitud tan pesimista y desorganizada de todas las áreas, desde la gerencia hasta las operativas.
El hecho de que varios departamentos, como el automotriz, estuvieran en la incertidumbre y que casi la mitad de las acciones se vendieran al Fondo Soberano de Baréin generaron poca claridad sobre la dirección de la compañía.
«En términos de moral, había una falta total de confianza dentro de la organización. Todos eran un poco culpables hasta que se demostraba su inocencia por las formas internas de trabajo. Así que no había trabajo en equipo», mencionó Brown en declaraciones para Motorsport.com.
«Creo que comenzaba en la parte superior, en el sentido de que estaban sucediendo muchas cosas a nivel de la junta, que no había supervisión de adultos en el equipo de F1, porque todos estaban tratando de comprarse unos a otros. Así que creo que no tenía el liderazgo».
«No creo que haya sido culpa de una sola persona. Fue más una situación en la que tienes una junta que no se está llevando bien y que va a rodar cuesta abajo rápidamente. Pero había mucha falta de confianza».
«Sabía que había muchos campeonatos mundiales y carreras ganadas dentro del equipo de carreras. Y se trataba solo de hacer que todos colaboraran, trabajaran juntos y creyeran. Eso tomó un poco de tiempo, y ahora estamos en un muy buen lugar en esencia».
El tiempo pasó y, pese a la reputación negativa que tuvo en sus primeros años, Brown ha llevado a McLaren al camino de retomar protagonismo en F1, aunque todavía busca ser contendiente por títulos. En 2023 tendrá a Lando Norris y a Oscar Piastri en la titularidad.
Además, la marca ha tomado una imagen más rejuvenecida mediante su presencia en IndyCar, Fórmula E, Extrema E y los deportes electrónicos, sin olvidar las raíces al volver a utilizar el color papaya. Le Mans permanece como objetivo de mediano plazo.
Parte de esto es gracias a la comunicación con los representantes principales de la Mesa Directiva del Grupo: Michael Leiters, quien dirige el área automotriz, y Paul Walsh, presidente ejecutivo de la misma. En lo deportivo, Andrea Stella ahora es director del equipo de F1 en reemplazo de Andreas Seidl, a quien se le acredita la mejora en resultados.
«Me siento extremadamente apoyado. Me han apoyado en todo lo que he necesitado de la junta. La forma en que funciona es muy, muy buena», afirmó.
