Pastor choca otra vez, pero ahora la víctima inocente es Sergio; Mark retraza la ruta de 2010. Por Carlos Jalife
Silverstone amaneció mojado todo el viernes, ya algunos equipos ni salieron a practicar, pero con pronóstico de más lluvia el fin de semana, Pirelli decidió dar un juego adicional de neumáticos de lluvia a fin de animarlos a usar la pista. El sábado en la mañana hubo pista seca un rato y todos se apresuraron a probar mejoras y hacer corridas que les dieran idea del desgaste.
Para la calificación la lluvia regresó y tuvo que ser suspendida en la Q2 cuando el diluvio alcanzaba proporciones bíblicas. Al regreso, tras una hora de retraso, Sergio Pérez fue eliminado porque su equipo se equivocó al mandarlo con intermedias –igual que a Kamui– y de estar primero se fue al sitio 17.
En la Q3 ya con problemas de llantas en varios equipos, Fernando Alonso sorprendió a todos al lograr la PP seguido por Webber, Schumacher, Vettel y Raikkonen, mientras Grosjean los miraba desde los fosos pues su auto se despistó al final de la Q2 y ya no participó. Claro que hubo penalizaciones, pendientes y nuevas –por cambios de caja–, con lo que la parrilla se desarregló y el galo salió noveno, y Pérez en lugar 15.
El domingo, el diluvio se fue a otra zona de la verde campiña inglesa y con pista seca 23 autos se alinearon, siendo Petrov el faltante pues su bomba de combustible falló y no pudieron echar a andar el motor. La duda era cuánto durarían los neumáticos, pues la pista no tenía hule y se anticipaba que se los comería rápidamente. Por ello varios equipos sacaron a un piloto con blandas y otro con duras para evaluar la resistencia de ambos compuestos y poder optar por una táctica de una, dos o tres paradas.
Alonso, con duras, salió con el clásico cerrón protector de posición y Webber se formó detrás de él, con blandas, pero atrás Schumacher, con puesta a punto para mojado, se volvió el tapón que les permitió alejarse.
En las primeras curvas Grosjean tocó a Di Resta, lo mandó a la grava y el escocés se retiró en los fosos, pero el galo paró por un alerón delantero. Pérez avanzó al décimo sitio y pronto estaba encima de los Williams y Hamilton, quienes se habían rebasado en las curvas iniciales e incluso metieron a Kimi en problemas, cuando se retrasó al irse ancho a los bordos en un intento de rebase a Vettel que Massa le complicó. Pero tras un par de giros, todos se formaron detrás del heptacampeón y la batalla se estabilizó.
Las llantas empezaron a desintegrarse y los pilotos pararon. Vettel se salió en el giro 10 de la batalla con Schumi y Massa, y cuando ellos pararon el bicampeón ya estaba delante con vueltas muy rápidas en llantas nuevas.
Pérez, quien había alcanzado a Pastor, lo apretó al salir de los fosos, lo alcanzó en la recta nueva y lo pasó por fuera en Brooklands, pero Pastor no cedió –como harían todos los pilotos ahí rebasados posteriormente ante la inevitabilidad de quedar por fuera de la línea en la siguiente curva– le pegó a los bordos internos y sin levantar embistió a Sergio, eliminándolo aunque él regresó a los fosos y siguió en la lid.
Los comisarios le multarían con 25,000 euros después. Alonso sacó más de 3 segundos para cuando Webber paró en el giro 15 y sin embargo, pese a traer llantas duras al español le mandaron parar en el 16, lo cual seria determinante al final.
Eso dejó a Hamilton en la punta, pero en cinco giros Alonso lo, alcanzó y lo pasó, en una buena batalla de rebases, con lo que Lewis se fue a los fosos y salió séptimo atrás de Kimi, pero con Grosjean remontando en el horizonte cercano. Sus llantas suaves le duraron apenas ocho giros y para la 29 estaba de regreso por otras duras, pero ya sin posibilidades para McLaren, pues Button quedaría más atrás todavía.
Alonso, sabiendo que tenía que parar por neumáticos blandos, que no duraban tanto, trató de poner tierra de por medio, pero Webber lo aguantó en seis segundos y ahí se mantuvo, mientras Vettel estaba a una distancia similar y Schumacher empezaba a irse para atrás, primero de Massa, luego de los Lotus, pero ya no de los McLaren, que tenían un ritmo similar al del germano. Webber fue el primero en parar de los punteros, en la 33 y salió con duros para una corrida final de 24 giros, pero quitándose 3 o 4 décimas en las primeras vueltas respecto a Fernando.
Ferrari decidió detener al español en la 37 y lo mandó a un tramo final de 21 giros. Al principio la estrategia parecía haber funcionado pues la diferencia de 3 segundos volvió a subir a más de 5, pero para la 43 era obvio que Webber estaba alcanzando al español a pasos acelerados y aunque usando rezagados el Ferrari se mantuvo adelante, en la vuelta 48 Mark lo atrapó en la zona de DRS y lo pasó en Brooklands, por fuera.
Ahora era cuestión de ver si se repetía la historia de Canadá, pues todos se acercaban al español. Sin embargo Vettel también tenía sus problemas, al final el encontraron un pedazo del Ferrari de Massa incrustado en su alerón delantero, y Kimi recortó la diferencia con el brasileño hasta menos de un segundo –en la clásica corrida final de ritmo feroz que acostumbran los Lotus– pero se quedó corto. Senna alcanzó a pasar a Button para pasar a los McLaren, pero revertir la caída libre de los de Woking va a ser difícil.