Alonso choca en la primera curva y ya sólo tiene 4 puntos de ventaja sobre el bicampeón germano.

Carlos Jalife

El gran circo llegó a la pista favorita de todos, Suzuka, con Lewis firmado en Mercedes, Sergio, en McLaren y Schumacher rumbo al retiro definitivo. Se esperaba dominio de McLaren, pero esta vez el que anduvo más rápido fue Sebastian Vettel, con su RB8 adaptado perfectamente a la pista nipona y su coequipero Mark Webber muy cerca de él.

A la hora de la calificación no hubo muchas sorpresas, los equipos grandes usaron llantas duras en la Q1 y así pasaron a la Q2 donde la batalla fue más dura y casi todos tuvieron que ir a dos juegos de llantas suaves para proteger su sitio.

En la Q3 Vettel metió un tiempazo más de medio segundo delante de todos los demás, pero en la segunda corrida Kimi se trompeó cerca del final y con las banderas amarillas resultantes ya nadie se acercó al germano, aunque de todos modos no se veía quien fuera a inquietarlo. Webber lo acompañó y después venía Kobayashi en casa, gracias a la penalización de Button por cambiar caja.

Grosjean fue cuarto con Pérez quinto y había muchas expectativas en Sauber ante la excelente calificación, casi una réplica de Spa para los suizos.

El domingo la arrancada de Vettel fue buena, pero Webber se quedó y embotelló a todos en la corrida a la Curva 1, pero Alonso se abrió demasiado, tocó a Kimi y se ponchó la llanta trasera derecha con el alerón del Lotus, provocando un despiste a su Ferrari y el abandono al quedar varado en la parte externa; Kamui pasó a Webber y al tomar su línea el australiano Grosjean le pegó –octavo roce en 14 arrancadas– por ir cuidando que Pérez no lo pasara. Sergio levantó y perdió sitios con Massa, Button y Kimi, pero la libró, lo cual no pudo decir Rosberg, quien fue embestido por Bruno Senna y terminó fuera.


Salió el auto insignia para retirar los autos dañados de Fernando y Nico y tras un par de giros, en la cuarta vuelta se reanudó la carrera. Sergio intentó pasar a Kimi por fuera en la primera curva y Kimi lo apretó hasta que tuvo que irse por el escape y Lewis pasó al mexicano por el sexto sitio.

Vettel empezó a despegarse seguido por Kamui, y Sergio presionó ferozmente a Lewis, para pasarlo por dentro en un par de giros en la chicana en una bloqueada espectacular justo cuando le acababan de indicar que cuidara sus llantas frontales.

Luego se fue sobre Kimi y la batalla se volvió encarnizada. Button también intentó ir por el otro Sauber, pero le pidieron que cuidara sus llantas y empezó a sentir algún daño en la caja nueva que estrenaba por lo que optó por amainar sus ímpetus.

Las primeras paradas llegaron en la vuelta 13, siendo Button, Kimi y Hulkenberg los iniciadores. Y una después fue Kamui el que se detuvo y logró salir delante de ellos. Sergio paró en la siguiente, tras dos giros rápido, pero no pudo adelantar a Kimi, pese a que este perdió tiempo con los rezagados. En cambio Lewis se detuvo y con un cambio de llantas veloz salió justo delante de Sergio para arruinarle el ritmo. Vettel y Massa pararon en la 17 y el brasileño pudo ponerse segundo brincando a Kamui fácilmente, mientras el germano seguía de líder sin inquietarse.

Sergio era el más veloz y estaba encima de Lewis, quien a su vez seguía a Kimi, pero los intentos del mexicano de ablandar al que le cederá el asiento en McLaren no fructificaron y cuando quiso hacer el rebase en la horquilla, Lewis lo estaba esperando, se abrió y no le dejó la parte interna, por lo que Sergio se fue hacia la parte externa, pero descontrolado con un volantazo, perdió el auto y acabó en la arena, con el motor andando, pero atascado y ahí terminó su carrera.

Webber se detuvo por segunda vez en la 26, con llantas duras que aguantaron 25 giros en tanques llenos y ahí los de Red Bull determinaron que podía ir hasta el final, por lo que nadie más necesitaría tres detenciones. Con Vettel alejándose de Massa consistentemente, la atención se centraba en la batalla de Kamui contra Massa y Button los seguía solitario mientras Lewis trataba de apretar a Kimi.


Webber y Schumacher –quien arrancó 23° por su penalización de Singapur– mantenían a los espectadores entretenidos con sus remontadas desde el fondo, y los Toro Rosso eran los que más les peleaban las posiciones de puntos bajos sin dejarse rebasar.

Llegaron las segundas detenciones cuando quedaban menos de 20 vueltas y Lewis fue ayudado a brincar a Kimi por su equipo con la mejor parada del día, pero Kamui pudo aguantar a Button en la suya. Vettel tenía ya 37 segundos de ventaja cuando paró Massa y le sacó otro segundo en la detención en la vuelta 37 y volvió a salir sin perder la punta, y con casi 20 segundos de ventaja, y seguía apretando pese a los ruegos de su ingeniero que le pedía calma.

Kamui ya no tenía el rendimiento de antes y Button fue alentado a cazarlo y Lewis y Kimi ya se conformaban con los sitios siguientes.

La batalla de Jenson fue emotiva, pues se acercaba de medio segundo en medio segundo hasta que se puso a menos de dos con seis giros por correr, pero Kamui apretó el paso alentado por los fanáticos y se defendió para no dejarlo ponerse a tiro de DRS hasta el giro final y así mantuvo el sitio, tercer podio de un japonés en la F1, segundo de un nipón en casa y primero de hombre de Sauber.

La otra batalla feroz fue la de Schumacher, con llantas blandas, por pasar a Ricciardo por el punto final, pero el australiano no dio cuartel y conservó el décimo detrás de Webber, quien ya no alcanzó a Maldonado. Para Pastor fueron sus primeros puntos desde que ganó en Valencia.

La celebración en las tribunas fue ruidosa, pero ordenada, muy japonesa, y Kamui disfrutaba también con gran sonrisa pero sin excesos. Vettel estaba más contento, pues en 2010 también vino de atrás al final para obtener su primer campeonato. Ferrari confía en un nuevo paquete que tendrá en Corea para recomponer los daños y mantener a Alonso en la punta, aunque la marea parece estarles siendo desfavorable.