El viernes fue calmado en la batalla FIA-F1 por las cuestiones de fuga de información y conflicto de interés, y solamente hubo declaraciones de parte de los afectados por la supuesta investigación al respecto.
Mercedes, equipo que dirige Toto Wolff lanzó un comunicado y el propio Toto declinó comentar más pues podría haber acción legal posterior y más vale no afectarla con declaraciones. El comunicado indicaba que están “en intercambio legal activo actualmente con la FIA. Esperamos transparencia completa acerca de lo sucedido y por qué, y nos reservamos expresamente todos los recursos legales”. Y pedía comprensión por su silencio actual aunque prometía responder “en el momento debido”.
Por su parte, Susie Wolff señaló que “durante dos días se han hecho alegatos públicos acerca de mi integridad… pero nadie de la FIA ha hablado conmigo directamente… He trabajado demasiado duro como para que mi reputación sea cuestionada por un boletín de prensa sin bases. Este episodio, hasta el momento, se ha dado sin transparencia o rendición de cuentas».
Finalmente, Lewis Hamilton salió en defensa de los Wolff y atacó a la FIA al declararse decepcionado de “ver al ente gobernante de nuestro deporte buscar cuestionar la integridad de una de las líderes femeninas más increíbles que hemos tenido en el deporte motor, Susie Wolff, sin cuestionar, sin evidencia alguna, y luego nada más diciendo ‘lo siento’ al final. Y eso es simplemente inaceptable… tal parece que hay ciertos individuos en el liderazgo dentro de la FIA que, cada vez que intentamos y damos un paso adelante, ellos intentan jalarnos de regreso. ¡Eso tiene que cambiar!”.
El heptacampeón del mundo no dio nombres, pero mostró todo su apoyo, y el de la opinión pública que representa, con la dupla Toto-Susie. Ahora vendrá una pausa para recomponerse y pronto veremos más escaramuzas entre los contendientes y sus aliados. Y la FIA calló ante la ausencia de argumentos mayores.