FOTO: John Cote/INDYCAR

Simon Pagenaud logró su primera victoria en la IndyCar desde septiembre de 2017 tras un manejo excepcional bajo la lluvia, que caracterizó el final de la quinta fecha de la temporada.

Desde el octavo lugar, el francés fue el mejor de los pilotos de Team Penske en función de ritmo, lo que le ayudó a ascender a la tercera plaza, detrás de Scott Dixon y Jack Harvey, pero la precipitación se intensificó en el 60º de 85 giros pactados, lo que se juntó con una salida de pista de Helio Castroneves que originó la tercera y última bandera amarilla del día.

Solo cinco pilotos (Dixon, Harvey, Spencer Pigot, Ed Jones y Matheus Leist) colocaron llantas de piso mojado en su ingreso a fosos, siendo los que acertaron en la jugada, ya que la lluvia incrementó y el resto, que colocó compuestos para seco, volvió a ingresar.

Pese a reiniciar en sexto rumbo a un sprint final de 17 vueltas, a Pagenaud le tomó seis giros superar a Jones, Pigot y Leist, para así dedicarse a cazar a Harvey, a quien adelantó con ocho giros restantes. Desde ahí, parecía imposible que el francés alcanzara a Dixon, quien imprimió una ventaja de cinco segundos.

Sin embargo, al ser 2s por vuelta más veloz que el campeón reinante de la serie, Pagenaud ya estaba encima del neozelandés faltando dos giros cuando lo rebasó, con contacto incluido, en las curvas 8 y 9. De esta forma, volvió a igualar a Power en cantidad de triunfos en el evento (tres cada uno) y llegó a 12 victorias en la serie.

Dixon y Harvey, con el equipo de Michael Shank, subió a su primer podio al cruzar la meta en tercero, seguido de Leist y Pigot. Felix Rosenqvist, quien arrancó en la PP, sufrió incendios en dos repostajes que le hicieron caer en el orden, por lo que se conformó con el octavo sitio.

Patricio O’Ward tuvo un fin de semana muy problemático, que inició con fallas de alternador que le impidieron practicar en simulaciones de calificación y participar en el calentamiento, a lo que se sumó una sanción por golpear a Alexander Rossi en los primeros metros del recorrido.

No obstante, aprovechó dos encadenamientos (uno por un accidente de Marcus Ericsson y otro por un golpe entre Colton Herta y Ryan Hunter-Reay) para jugar con la estrategia, al topetear su tanque de combustible en dos oportunidades.

El mexicano esperaba a la lluvia para aventajar al resto del pelotón, pero cuando parecía que la carrera se mantendría con asfalto seco, también existió la alternativa de luchar por un escalón en el podio, al intentar ahorrar combustible y ser segundo, detrás de Josef Newgarden.

Eventualmente, cuando apareció la lluvia, fue uno de los que entró dos veces por errar en la elección de neumático; además, el juego de llantas que le colocaron desbalanceó su coche, por lo que hizo otro repostaje bajo bandera verde a 10 vueltas de la bandera a cuadros, dejándolo en el sitio 19.

Newgarden recibió una penalización por golpear una llanta en los fosos que lo relegó a la 15º posición, pero se mantiene al frente de la puntuación, seis unidades adelante de Dixon y con ventaja de 36 ante Rossi, quien quedó en 22º porque el contacto de O’Ward le dañó su suspensión.

La siguiente carrera será la edición 103 de las «500 Millas de Indianápolis», que se disputará el domingo 26 de mayo.