Suzuki ha estado teniendo ventas buenas en los tres últimos años, prácticamente duplicando sus ventas fuera de Japón y actuando como jugador serio y no como simple decoración. Y eso es antes de que lance seis modelos nuevos en los tres años próximos.
Primero llegará el súper mini ultra económico Celerio, pero será la llegada en abril próximo de la Vitara para piso suave la que lanzará las campanas al vuelo. Suzuki apunta a la Nissan Juke, la favorita de su clase, y a todas las SUV de segmento B que abundan en el mercado. Para 2020, la demanda para las SUV segmento B se espera que alcance el millón al año, y Suzuki cree que merece una porción porque ha estado construyendo vehículos pequeños todo terreno desde 1970, lo que proporciona a su modelo más reciente 45 años de conocimiento concentrado.
La Vitara tiene carrocería e interiores nuevos, sobre la base de la SX4 S-Cross recién lanzada. Hay dos motores: una versión mejorada del cuatro cilindros de gasolina con 118 caballos y 1.6 litros del Swift y un diésel de 1.6 litros más limpio con la misma potencia, pero el doble de torque.
En tamaño, la Vitara entra entre la Juke y la Yeti (Skoda), grande para el segmento B, pero sus precios pertenecen al segmento. El modelo de gasolina y tracción de dos ruedas está en unos 22,000 dólares y la diésel 4×4 más lujosa –que incluye elementos como radar de crucero y frenado urbano automático– está abajo de 30,000 USD. Los colores brillantes y posibilidad de elegir entre diferentes colores de parrilla, y estilizado urbano o todo terreno, deberá tener contentos a todo los tipos de compradores.
En carretera, la 1.6DDiS 4×4 impresiona, con un torque sólido de arrancada y aceleración placentera en el rango medio. La dirección es ligera, aunque un poco lenta en línea recta. La suspensión no es sofisticada, el control de la carrocería está bien, los saltos de alta frecuencia están bien amortiguados y nunca se siente accidentada. Tiene una caja de seis velocidades (cinco en el modelo de gasolina) de recorrido corto y ligero. El motor es bastante vocal, incluso en reposo, pero asienta cuando trabaja y soporta cambios altos, por lo que su nota se pierde en el ritmo de la carretera, aunque el ruido del asfalto y el viento no. Los modelos AllGrip (recuadro) tienen un selector de modo para la transmisión (Auto, Sport, Snow y Lock) además de control de descenso de colinas.
Suzuki califica a la nueva Vitara como amigable en la ciudad y lo es, pues sus dimensiones compactas y su carrocería relativamente alta la hacen muy maniobrable en las calles concurridas. Esa altura también ayuda al empaquetado. La Vitara se siente grande al frente, pero no sacrifica espacio atrás. La bahía de carga es relativamente generosa, pero no hay señales de un piso plano cuando se abaten los asientos traseros.
La Vitara también es amigable para el negocio. Suzuki apunta a 111 g/km para la diésel manual de tracción total, lo que deberá significar una cifra de economía combinada de combustible en los 20 medios. Incluso el automático de gasolina alcanza 21 kpl.
La Vitara de Suzuki es un competidor nuevo y poderoso. Es inteligente, pero no relajienta en el sentido Juke. ¿Quién sabe? Quizás muchos compradores a quienes le disgusta el relajo, estén a la espera. Es capaz, económica, con buen precio y merece que le vaya bien. STEVE CROPLEY
PRIMER VEREDICTO
Será competencia seria de la Juke
LO BUENO
- Buen equipamiento, precio sensible n Diesel 1.6 sólido y flexible
- Sensación de auto grande en apenas 4.2 m
LO NO TAN BUENO
- Dirección es un poco indirecta cuando va casi recta
- Ruidosa abajo de 80 kph
NOTA DEL PROBADOR
Las agujas angostas y la precisión de los gráficos en los instrumentos de la Vitara agregan un aura de calidad no vista a menudo en este rango. SC
AllGrip ajusta la respuesta del auto
El sistema All Grip (Agarre Total) de cuatro modalidades de Suzuki combina su experiencia de 45 años construyendo vehículos 4×4 con su vocación hacia autos pequeños económicos y asequibles. Los modos van de Auto, que prioriza la tracción en dos ruedas y la economía de combustible, hasta Lock, que fuerza a cada rueda a tomar su porción de torque y frena a la que patine. Compárenla con cualquier otro vehículo para terreno suave a ese precio y verán que Suzuki espera que las Vitara cubran su dosis de terracería difícil. El modo Sport, mientras tanto, aumenta el torque, envía más hacia atrás para un mejor balance en las curvas y agudiza la respuesta del acelerador. Lo mejor de todos los mundos.
