El Rally de Francia – fecha 11 del calendario del WRC – dio inicio y el objetivo del líder del campeonato era el de conseguir seis puntos más que Jari-Matti Latvala para repetir la hazaña del 2013 y convertirse en campeón en casa, pero su sueño terminó muy pronto al quedar fuera de toda posibilidad desde la segunda etapa al verse relegado por más de ocho minutos de la punta.
Todo comenzó con un trompo que Ogier dio en una curva cerrada del segundo tramo, después de lo cual las cosas solo empeoraron a cada momento, pues el auto empezó a tener problemas de potencia debido a que un sensor de la transmisión se dañó, terminando la etapa con una desventaja de cuatro minutos.
Por si eso no fuera suficiente – y por el descontrol del mal momento – su copiloto Julien Ingrassia checó antes de tiempo en el control de salida de la tercera etapa (la cual se había retrasado), por lo que recibió otros cuatro minutos de penalización, terminando el día en el lugar número 28 a casi nueve minutos del tiempo del líder.
Esta circunstancia ha hecho que el francés se centre desde ya en la “Power Stage” y rescatar la mayor cantidad de puntos posible, dejando la esperanza de convertirse en doble campeón para la penúltima fecha en España.
Jari-Matti Latvala se encuentra en el liderato general del Rally francés, Andreas Mikkelsen le sigue a 8.2 segundos de diferencia y Kris Meeke es tercero con una desventaja de 23.1 segundos. La actividad se reinicia el día de mañana – sábado 04 de octubre – cuando se realicen siete etapas más.
Foto: WRC.