FOTO: Joe Skibinski/INDYCAR

Han sido días de emociones encontradas para Takuma Sato, quien pasó de las críticas por su manejo agresivo en pista a demostrar que está en uno de los mejores momentos de su trayectoria en la IndyCar.

El japonés fue blanco de comentarios contrastantes durante la última semana, después de ser responsabilizado por el accidente ocurrido en Pocono el domingo de la semana pasada, que en parte perjudicó las aspiraciones de Alexander Rossi en la lucha por el título y dejó a Felix Rosenqvist a centímetros de experimentar algo parecido al accidente de Robert Wickens de hace un año.

Sin embargo, la oportunidad de callar las críticas llegó seis días después, al remontar de último a primero en Gateway, con la ayuda de una bandera amarilla que se alineó a la estrategia que tanto él como Ed Carpenter y Tony Kanaan adoptaron a la mitad del recorrido y que les permitió a los tres avanzar a la parte principal del grupo.

Sato ni siquiera sabía qué decir al momento de quedarse con la bandera a cuadros, pero después agradeció a los medios por ser justos «en su mayoría» y elogió a los 42 mil asistentes al óvalo ubicado en Illinois por animarlo en las presentaciones previas a la carrera, aunque también hubo algunos abucheos.

«La semana pasada, fue muy difícil juzgar. Mucha gente juzga desde un solo ángulo de televisión. Parecía que giraría hacia Alex, lo cual no era cierto. Nadie estaba seguro. Solo (tenían) un hecho pequeño», expresó.

«Después de eso, el equipo obtuvo un sistema de registro, imágenes a bordo, que muestra evidencia muy clara de que no me moví. Mantengo mi línea, manejé derecho. Eso no necesariamente estaba bien porque, al final del día, tuvimos un accidente, cualquiera que fuera la razón».

«Creo que todos podemos aprender de eso. Intentamos darnos más espacio. Una vez que está uno al lado del otro o tiene tres anchos, no puede simplemente abandonar su carril, esa es la línea de fondo. Por supuesto, probablemente podría haber dado más espacio moviéndome hacia la derecha. Quizás eso debí haber hecho».

La victoria de Sato, que fue la quinta en su historial en la categoría, coincidió con que, junto con Carpenter y Kanaan conformaron un podio de algunos de los pilotos más veteranos de la categoría, al tener al menos 38 años de edad.

Sin embargo, el ex Fórmula Uno piensa que, además de la habilidad de la tripleta para seguir manejando a nivel competitivo, los equipos para los que corren (Rahal Letterman, Carpenter Racing y AJ Foyt Racing) pueden ser capaces de competir contra las organizaciones grandes de manera constante.

«Si solo hablan en términos físicos, es posible que no podamos hacerlo. Con la combinación de experiencia y el equipo que lo respalda, el material de carrera, todas las cosas, creo que la edad a veces es algo, pero no lo es todo.

«Creo que aún podemos actuar así. Hoy fue un gran día para nosotros tres. Los tres estamos muy felices».