El bicampeón se rompe la clavícula el jueves en la pista, lo operan el viernes en Barcelona y queda quinto el sábado en Assen
El TT Holandés se corre en Assen, la única pista que predata al mundial de motos, aunque ha sido trasladada de ser carretera a circuito permanente y se ha recortado varias veces desde 1925. Con su fecha tradicional, el último sábado de junio, las prácticas empezaron el jueves 27 y las dominó Jorge Lorenzo hasta que en la lluvia, cerca del final, se cayó y se rompió la clavícula izquierda. Se lo llevaron a Barcelona a operar la madrugada del viernes y lo regresaron en la noche a la pista, para acompañar al equipo. Mientras tanto, Cal Crutchlow había conseguido su primera PP seguido por el líder del campeonato, Dani Pedrosa, pero en los fosos Valentino Rossi hablaba de elevar su nivel, para defender a Yamaha con Lorenzo fuera de acción, y calificó cuarto.
El sábado en la mañana Jorge se subió a la moto y se sintió bien, los doctores lo examinaron y le permitieron arrancar –con el tiempo del viernes– desde el sitio 12; la urgencia era que sabía que si no corría y Dani ganaba, el campeonato estaba perdido.
Como de costumbre, Pedrosa hizo su arranque excepcional seguido por Bradl y su coequipero Marc Márquez, pero antes del final del giro Marc y Rossi pasaron a Bradl y Cal era quinto por una largada lenta. Valentino no dejó que las Honda se escaparan y pronto encimaba a Marc, al cual pasó al cerrar el cuarto giro y para la vuelta 6 lideraba despegándose décima a décima de Dani. Y en cuarto estaba Jorge, tras deshacerse de Bradl y Crutchlow, aunque no muy cerca.
Valentino manejaba con la fluidez de antaño, y Jorge aguantaba hasta que pasada media carrera empezó a quedarse y Cal lo pasó, pero ya habían sacado mucha ventaja al sexto sitio y se dedicó a rodar en los 96 segundos medios, contento con el quinto. Cal cerraba la brecha y Marc decidió atacar a su líder; en el giro 17 lo pasó y lo dejó a atender al inglés.
Cal tardó otros cuatro giros en pasar a Dani, quien fue cuarto dos puntos delante de Jorge, un fiasco pues ni podio obtuvo.
Valentino fue el de siempre, incisivo y sacando ventaja en todos los puntos posibles, ya fuera tomando en recta la chicana final o frenando un poco más a fondo. La Honda parece ser superior en aceleración y curveo, pero no detrás del manillar, que es donde cuenta. La sequía de victorias que databa de 2010 ha terminado.