Por Jim Holder
El nuevo coupé Wraith lleva a Rolls-Royce por un rumbo nuevo, pero no necesariamente de expansión.
La exclusividad es tan importante para los clientes de Rolls-Royce –y para las utilidades de la firma– que el nuevo Wraith difícilmente será seguido por una serie de nuevos productos, dice el jefe Torsten Müller-Ötvös.
El coupé Wraith, basado en el Ghost, a la venta este otoño en unos 325 mil dólares, pero Müller- Ötvös dijo que cualquier otra expansión del rango de productos de la compañía será considerada cuidadosamente: “Queremos empujar a la marca en nuevas direcciones, pero tenemos que actuar cuidadosamente. Tenemos más de un siglo de pedigrí, así que es una responsabilidad que tenemos que respetar. No estamos buscando aumentar la producción –no hay espacio en la fábrica– y para nuestros clientes hay un positivo muy fuerte ligado a la exclusividad. Sería fácil busar construir autos de 225 mil dólares, pero la razón por la cual podemos vender en el rango de los 300 mil es porque nuestros autos son escasos. La exclusividad es un principio de la compañía, y por eso no seguimos cualquier moda”. Müller-Ötvös aceptó que es probable que se lancen nuevos productos cada dos años. Sin embargo, aunque no descartó seguir al rival Bentley en el segmento de SUVs, minimizó la especulación sobre la inminencia de una para atender la demanda de SUVs de lujo en China, Rusia y Brasil: “No excluiría ningún segmento, pero no puedo imaginar una SUV nuestra ahora. Ni un solo cliente nos ha pedido una; ellos tienden a tener un garaje con autos y a elegir el mejor de cada segmento, ya sea un Rolls-Royce por refinamiento, una Range Rover como SUV o un Ferrari para manejo deportivo. Quieren lo mejor de cada mundo”.