A Daniel Ricciardo le quitaron todos sus tiempos de la calificación del Gran Premio de Singapur por una irregularidad técnica, por lo que deberá arrancar desde el último lugar o, en su defecto, en la zona de fosos.
El australiano finalizó octavo en la sesión de este sábado, pero en la inspección posterior, la FIA encontró que el componente MGU-K excedió la cantidad límite de producción de energía eléctrica de 120 kW que permite el reglamento, «incumpliendo el Artículo 5.2.2 y el Diagrama de Flujo de Energía del Apéndice 3».
«El método por el cual este límite es regulado es bien sabido y entendido por los equipos. Ni el hecho de que el auto haya excedido el límite ni la metodología por la cual está vigilada fueron cuestionados por el equipo», detalla el boletín de la FIA.
«La defensa del equipo se basó en dos puntos. Primero, que el exceso era muy pequeño y no ofrecía ningún beneficio medible. Segundo, que el exceso ocurrió durante la segunda vuelta más rápida de la Q1. El equipo explicó a los comisarios cómo creen que el exceso ocurrió; sin embargo, los oficiales consideran que esta información es confidencial para el equipo y no es relevante para esta decisión».
«Al llegar a esta decisión, los comisarios se refirieron a los precedentes antiguos respecto a las infracciones técnicas y la sanción que se ha aplicado consistentemente es la descalificación, y que no considera cuándo o si se obtuvo una ventaja. Este principio ha sido claramente afirmado por la Corte Internacional de apelación «.
Por ello, Ricciardo fue expulsado de las tres etapas de la calificación, obligando al equipo una solicitud para tomar la salida, misma que ya fue concedida.
La determinación promueve un lugar a los 12 pilotos que quedaron detrás del australiano, incluyendo a Sergio Pérez, quien al aplicársele cinco puestos de castigo por cambio de transmisión, iniciará el Gran Premio en 15º posición.