El Campeonato Mundial de Rallies (WRC) y la Fórmula Uno no se parecen en nada excepto en que en 2014 y 2015 han tenido ambas series dominio brutal de una marca alemana de autos; en el caso del WRC Volkswagen con sus Polo R que ganaron 12 de las 13 rondas programadas, igual que en 2014, pero esta vez la victoria que se escapó no fue a manos de Hyundai sino de Citroën, que consiguió quitarle el subcampeonato a los coreanos antes de anunciar que no participará en el campeonato completo de 2016, preparándose para un retorno completo en 2017 bajo las reglas nuevas.
Los tres pilotos de VW ganaron en el año, en el caso de Andreas Mikkelsen por primera vez en su carrera, misma suerte que tuvo Kris Meeke el ganador para Citroën. Pero la batalla entre los otros dos pilotos de la firma de Wolfsburg no fue pareja, pues el bicampeón Sebastien Ogier se alzó con el tricampeonato y ganó ocho de las 13 rondas disputadas (61.5%), igual que en 2014, y obtuvo los puntos máximos adicionales al ganar la Etapa de Poder en nueve ocasiones (69.2%). Ambos porcentajes son algo mejores de los que se obtienen en la F1 actual. El subcampeón Jari Matti Latvala trató de presentar pelea, pero no ha estado a la altura, más bien a la velocidad, del francés desde que corren juntos. Y no se ve cómo pueda revertir esa desventaja en el futuro.
La pelea por ser el mejor del resto quedó entre los pilotos de Citroën, pero el noruego, Mads Ostberg, se impuso aunque no ganó en el año, pero fue menos volátil y más consistente que Kris Meeke, su coequipero. Detrás de ellos estuvo el ganador de rally en 2014, Thierry Neuville, piloto estelar de Hyundai, pero la revelación del equipo coreano fue Hayden Paddon, quien se fue ganando al equipo con sus rallies veloces pero controlados, algo que no se encuentra con facilidad. El antípoda incluso estuvo cerca de batir a Ogier en Cerdeña, algo que casi nadie podría decir en 2015.
El cuarto en discordia fue Ford, representado por el quipo privado M-Sport, mismo que fabrica los Fiesta RS ampliamente usados en todo tipo de campeonato rallistas en el mundo. Pero la falta de apoyo oficial se hace patente, pues ya no aspiran a los podios y en 2015 apenas obtuvieron una tercia de ellos, los mismos que los Polo sacaron en la primera fecha WRC en Montecarlo. Y no se ve como puedan cambiar las cosas en 2016.
