Por Mariana Alfaro
Todo en las carreras está envuelto por la pasión, adrenalina y emoción de la velocidad que se vive en esta disciplina. Sin embargo, nada de esto resultaría tan atractivo a la vista –el sentido que domina el comportamiento humano–, sin el mágico colorido y glamour que se vive en el paddock y que tiene como protagonistas nada menos que a las ‘Pit Babes’.
Pit Babe es el término dado a las chicas que acompañan a los diferentes equipos y marcas participantes, convirtiéndose en un símbolo de la competición. Tal como dice el filme The Devil Wears Prada, “… es el trabajo que un millón de chicas desearían tener“, debido al éxito que conlleva esta participación a nivel personal y profesional.
Existen agencias de modelos muy especializadas en buscar el perfil adecuado, que garantice el cuidado de la imagen y el buen estilo; FG Staff es una de ellas. Cada temporada cuenta con 26 chicas de 10 naciones: Honduras, Italia, Bulgaria, Rusia, Finlandia, Rumanía, Cuba, Lituania, Estados Unidos y, por supuesto, España. Todas manejan varios idiomas, tienen experiencia y buen perfil académico que, para equipos y marcas patrocinadoras es un importante valor agregado.
Los castings y pruebas son muy estrictos, pero las elegidas coinciden que vale la pena el esfuerzo, pues además de pertenecer a este selecto grupo, su pago es de 200 euros por día, un sueldo tan satisfactorio como el trabajo en sí.
Trabajar como Pit Babe no es sólo cuestión de sujetar un estandarte al lado del auto, se debe crear un vínculo con piloto y escudería que otorgue personalidad a los mismos; esa es la labor que importa en el paddock. Las modelos también participan activamente en la ceremonia de apertura de cada Gran Premio, en el desfile de banderas de nacionalidades de los pilotos e insignias de organismos oficiales. Acompañan a los pilotos en el podio, fosos, suites de hospitalidad y demás.
Hay muchas personas y personajes en el círculo del automovilismo, pero las Pit Babes son, sin duda, su ícono distintivo, tanto como las porristas en el futbol. Ellas tienen mucho éxito –algo lógico en un entorno mayormente masculino– y aunque pudiera verse como un aspecto un tanto machista, en cualquier campo un físico hermoso y una actitud de celebración son agradables de ver.