El plan que Pirelli no pudo llevar a cabo en Imola en mayo, podrá ejecutarlo en la calificación del Gran Premio de Hungría de F1 de este fin de semana.
Para la llamada «Asignación Alternativa de Neumáticos» (ATA, por sus siglas en inglés), los equipos tendrán a su disposición once juegos de llantas para piso seco a lo largo del fin de semana, en lugar de los trece convencionales; su objetivo es disminuir el impacto ambiental que genera la producción y transporte de llantas.
De este modo, la gestión de juegos de neumáticos será el mismo para todos durante la calificación: en la Q1 sólo podrán utilizar el compuesto duro y el medio será el exclusivo en la Q2, mientras que para la Q3 únicamente estarán disponibles los blandos.
Cada piloto dispondrá de tres juegos de duros, cuatro de medios y cuatro de suaves, mientras la cantidad de juegos para lluvia sigue siendo el mismo, es decir, tres de lluvia extrema y cuatro de intermedios, con un juego extra de intermedios autorizado si llueve el viernes o se pronostica clima adverso para el sábado.
El viernes, cada piloto debe devolver un juego de llantas al final de cada sesión de prácticas. Otros dos conjuntos deben devolverse el sábado después de la PL3, lo cual deja siete juegos para la calificación y la carrera, de los cuales al menos uno de duros y uno de medios deben conservarse para la carrera.
Originalmente, esto se iba a realizar en el GP de Emilia-Romaña, carrera que se canceló por las inundaciones en el área; además de Budapest, Pirelli repetirá el ejercicio en Monza, en septiembre, y posteriormente se decidirá si será una medida permanente a partir de 2024.
Para el GP de Hungría, los equipos utilizarán una gama de compuestos más blandos que el año pasado: El C3 se utilizará como el duro, C4 como el medio y C5, como el suave.
Esta pista presenta a menudo temperaturas ambientales y de pista altas, al realizarse en pleno verano y en un cuenco natural con poco flujo de aire; por ello, se espera que Budapest sea un desafío para el control térmico de los neumáticos y la fatiga del piloto.
«Hay 13 curvas, siete curvas a la derecha y seis curvas a la izquierda, en un circuito que solo es superado por Montecarlo en términos de velocidad promedio más lenta, en la medida en que los autos usan configuraciones de carga aerodinámica similares a las de Mónaco», afirmó Isola.
«Con tantas curvas lentas, la tracción es uno de los factores clave para un buen rendimiento y el mayor riesgo es el sobrecalentamiento de los neumáticos. A pesar de ser una pista permanente, Hungaroring no se usa con mucha frecuencia y las condiciones del asfalto mejoran considerablemente durante el fin de semana, mientras se genera la línea de carrera ideal».