Pérez (FOTO: James Moy/Force India)

Sergio Pérez no tenía cabida para más emoción, luego de conseguir el tercer lugar en la visita de la Fórmula 1 a Bakú.

Tras un inicio complicado de temporada, en el que el desarrollo de su Force India estaba a pleno pero las circunstancias de las competencias le impidieron sumar puntos, el mexicano necesitaba un respiro y tener, por lo menos, una carrera en la que pudiera brillar como en otras ocasiones.

Qué mejor lugar que en Azerbaiyán, un sitio que le dio alegrías en el pasado y que hoy fue una oportunidad de revancha, misma que se transformó en una «montaña rusa», una prueba de adversidades y supervivencia desde la segunda curva del Gran Premio de este domingo.

«Me pegaron por atrás, sin duda me daña el auto desde el comienzo, le pegó a Räikkönen y rompo el alerón, cuando entró el Safety Car sentía suelto el auto, al final deciden pararme, empezamos otra vez desde atrás, a recuperar», describió.

Para su fortuna, el monoplaza del mexicano no sufrió daños considerables, por lo que con paciencia avanzó desde fuera del Top 15 hasta la séptima posición, misma a la que parecía estar destinado a asegurar hasta las últimas diez vueltas, cuando el accidente de los pilotos de Red Bull le permitió prepararse para el ataque final… no sin antes cumplir una sanción por rebasar a Lance Stroll antes de cruzar la línea de Safety Car.

Pero la maniobra hacia un desesperado Sebastian Vettel, quien perdió la victoria momentos antes, al atacar a Valtteri Bottas, junto con la pinchadura en simultáneo del finlandés, le abrieron paso a «Checo» para romper su sequía de casi dos años sin llegar al podium. No podía creer que pudiera celebrar un resultado así.

«Al final fueron las mejores dos vueltas de mi vida», dijo. «Las últimas dos vueltas con Sebastien detrás, con llantas frías, fue muy difìcil. Estaba con la llanta superblanda, tenía que mantener un ritmo muy fuerte, intentar estar cerca de Raikkönen, para asegurarme que Sebastian no se acercara lo suficiente, y al final, hicimos una real… estoy sin habla».

Antes de hoy, el año ha sido frustrante para Pérez, quien llegó a Azerbaiyán sin puntos en su cuenta de campeonato tras un pobre desempeño de su VJM11 en Australia, un accidente con Brendon Hartley y una sanción que lo retrasaron en Bahrein y una mala salida en China.

Pero gracias a este resultado, y tras lo que se demostró este fin de semana, la motivación entre su equipo se renueva, especialmente rumbo a la siguiente carrera, en la que se verá el verdadero rendimiento de su auto, que le podría permitir tanto a él como a Esteban Ocon retomar la lucha entre los equipos de media tabla.

«Finalmente logramos muchos puntos con este podium, así podemos acortar la separación sobre los autos de adelante, sobre los Renault», aseguró.

«Creo que definitivamente fuimos el cuarto mejor equipo este fin de semana. Dentro de dos semanas, tenemos un desafío muy importante. Barcelona es donde (sabremos dónde) está realmente el auto… tú enseñas todo el potencial ahí. Será muy interesante ver dónde estamos».

Pérez es el único piloto que ha subido al podium de las calles de Bakú en dos ocasiones, además de ser el mexicano con más Top 3’s en la Máxima Categoría.