JUAN JOSÉ SEGUÍ NOS LLEVA DE VIAJE, CON LAS FOTOS DE JORGE RÍOS HELLIG, AL MUSEO MÁS IMPORTANTE DE ITALIA, QUIZÁS DE EUROPA, EN TURÍN, QUE ACTUALMENTE HA HECHO UN HOMENAJE AL CARROCERO BERTONE
El Museo Nacional del Automóvil, fundado por Carlo Biscaretti di Ruffia en 1960, fue restaurado en el 2011 con un área de exhibición de 19,000 metros cuadrados a un lado del río Po, en Turín. Tiene una colección permanente de alrededor de 200 autos que está dividida en tres niveles. El arquitecto original del edificio fue Amedeo Albertini y es vasto como la cantidad de automóviles que se han producido en la península itálica. Y al estar situado en Turín, tiene una sala especial dedicada a apuntar en un mapa de la ciudad en el piso, los sitios en que han estado o están las fábricas de autos de la ciudad.
El Museo Nacional del Automóvil tiene colecciones de autos desde los primeros producidos en Italia a fines del siglo XIX, hasta algunos de los más recientes prototipos presentados en los diversos alones del automóvil en Europa en 2013. También existe una zona específica dedicada a las carrera, con autos que pertenecieron a Nuvolari y Varzi, y algunos Ferrari más modernos incluyendo uno de Michael Schumacher. Pero quizás lo más importante del museo sea que tienen la historia de sus grandes diseñadores
–Giugiaro, Pinnfarina, Scaglietti, Supperleggera, Touring– con un énfasis especial en la marca local Bertone, fundada en 1912 en Turín.
Su dueño, Nuccio Bertone, murió en 1997, y su esposa Lilli siguió con la compañía hasta que en 2008 se declaró en quiebra, aunque fue hasta este año que cesó toda actividad. Por Bertone pasaron grandes diseñadores, como Franco Scaglione, quien en 1963 trazó el Giulietta Sprint Speciale, y también Giorgetto Giugiaro, Marcello Gandini (creador de las puertas de tijera del Countach) y Marc Deschamps, entre otros.
En 2011 vendieron del museo privado de Bertone los modelos más cotizados un Lancia Stratos HF (1970 Zero Concept) y un Lamborghini Bravo Concept (1974) y un Marzal de 1967 y todos quedaron en el Museo Nacional.
Cuenta la historia que en Italia las cosas eran así: sólo Pininfarina dibujaba los Ferrari y sólo Bertone, los Lamborghini. Una aseveración que habla de la calidad e importancia que los Italianos otorgaban a compañías de diseño externas a las marcas, confiándoles investigación y desarrollo de prototipos. Así nacieron autos como Giulietta, Miura, Countach y el Stratos Zero. Este último, Lancia Stratos Zero (prototipo extraplano), Nuccio lo pasó por debajo de la pluma de la fábrica para meterlo al patio y convencer a la gente de Lancia que lo viera. También está la FIAT Enduro de 1996, la primera SUV, que fue criticada por no ser ni un auto coupé, ni un cabrio, ni un familiar y hoy todos quieren una. Hasta el final el despacho Bertone tuvo oportunidad de trabajar en autos modernos como el Nuccio de 2012 (ver FASTmag #3 de abril 2012), que es un Ferrari 430 Scudería modificado para rendirle tributo al Lancia Stratos Zero. El parabrisas es tan grande que crea un efecto túnel. Sería probablemente el último gran conceptual de la firma y está en el Museo como memoria permanente de los grandes diseñadores italianos.