LOS PILOTOS MEXICANOS HAN CORRIDO POCAS CARRERAS EN MÉXICO, PERO EN REALIDAD HAN CORRIDO POCO EN LA FÓRMULA UNO. POR ELLO SERÍA RELATIVAMENTE FÁCIL QUE SERGIO O ESTEBAN PUDIERAN CONSEGUIR EL MEJOR RESULTADO DE LA HISTORIA PARA UN MEXICANO EN MÉXICO EN 2015, COMO NOS MUESTRA EL EDITOR EN JEFE
En total tenemos seis pilotos en la máxima categoría, los mismos que tienen en ciertos años los países europeos como Inglaterra, Alemania, Francia o Italia. De ellos Ricardo Rodríguez corrió entre 1961 y 1962 en cinco fechas y, precisamente, murió en la no puntuable del I Gran Premio de México en 1962. Pedro, su hermano, y Moisés Solana, iban a debutar en ese primer GP, pero ambos se retiraron en señal de duelo por el fallecimiento de Ricardo. Pedro debutaría en Watkins Glen, GP de Estados Unidos, al año siguiente y Moisés lo haría una fecha después, en el II GP de México de 1963, primera vez que hubo dos aztecas en la pista. Corrieron juntos hasta 1968 en México, aunque en 1965 también se encontraron en el GP de Estados Unidos (para más detalles ver FASTmag #13, de febrero 2013). Tras la muerte de Moisés en 1969, Pedro correría los dos grandes premios restantes de la era GPMX1.0. En total 8 para Pedro, 6 para Moisés.
Posteriormente correría en Fórmula Uno, Héctor Alonso Rebaque entre 1977 y 1981, con una carrera no puntuable en 1983. A Rebaque nunca le tocó el Gran Premio de México, pero dio unas vueltas de demostración en las prácticas previas al X GP de México en 1986 a bordo de un Brabham, equipo en el cual militó hasta su retiro de la máxima categoría. En 2011 debutó Sergio Pérez y en 2013 Esteban Gutiérrez, pero ninguno ha corrido en su patria, pues no hay GP de México hasta ahora. En 2015 tendrán la oportunidad de ser el tercero y el cuarto mexicanos que corren un gran premio puntuable en México.
EL DÍA MÁS NEGRO
Ricardo Rodríguez fue en su momento, y durante 48 años, el piloto más joven en la Fórmula Uno. Debutó, además en primera fila entre 32 pilotos que clasificaron al GP de Italia en 1961 y lo hizo usando un auto de motor menos avanzado que los de sus coequiperos de Ferrari. Ricardo también fue el más joven en marcar puntos (ese récord le duró 38 años) y hubiera sido el más joven con un podio, pero en el GP belga de 1962 le ordenaron cederle el tercer sitio a su coequipero Phil Hill, campeón del mundo y mejor colocado de los volantes de la Scuderia en el campeonato.
El año no fue bueno para los de Maranello y el Comendador Enzo Ferrari decidió no mandar su equipo a las pruebas de Norteamérica, por lo que Ricardo consiguió correr un Lotus
24 con motor Climax, del equipo privado escocés Rob Walker Racing. El auto había sido usado en el GP de Estados Unidos en Watkins Glen, y Maurice Trintignant se despistó en él, pero fue embarcado a México sin una revisión profunda. Ricardo lo usó en el día no oficial de prácticas, que se acostumbraba para que los volantes conocieran un circuito nuevo.
Ricardo era el primer mexicano en F1, primero en correr con Ferrari, primero en cambiar de equipo, primero en correr con Lotus, primero en calificar en primera fila, primero en obtener puntos; en México fue el primero en salir a la pista y primero en imponer un registro (informal) con 2’04.0”, además que su auto estaba marcado con el número 1, el día 1 de noviembre (11), pues había sido el primer inscrito al Gran Premio, que era el primer GP de México y era el primer día de prácticas. Pero John Surtees también practicaba en un Lotus 24 y tras unas horas, fue el primero en romper el récord de pista que Ricardo había impuesto, por dos décimas de segundo.
Ricardo se había quejado de oir un chasquido en la parte trasera como de un roce metálico, y además su auto tenía algunos problemas de carburación por lo que no tenía ganas de salir de nuevo y eran las 5 de la tarde, hora del final de la práctica. Estaba ya vestido de civil cuando llegó su padre, don Pedro, quien le pidió verlo en su auto. Además, Pedro comentó que Surtees le había quitado el mejor tiempo y luego Alf Francis, el mecánico en jefe del equipo Walker, le indicó que ya había hallado la falla de carburación, por si quería probar el Lotus.
Ricardo aceptó cambiarse de nuevo para ponerse el overol de piloto y fue el primero en tratar de recuperar su récord, también fue el primero en salir cuando ya se había acabado la práctica. Se despidió de su padre con un beso en la mano, pasó una vez por los fosos señalando que todo estaba bien y nunca completó la segunda vuelta. El chasquido era de la suspensión trasera derecha a punto de romperse y cuando lo hizo en plena Peraltada lo proyectó contra el riel y ahí quedó. Fue el primero en tener un accidente y el primero en morir (y único) en un GP de México. Fue el primero en todo, incluso en darle un día negro a su país.