Pasadas las «24 Horas de Le Mans», el WEC anunció cambios en el «Equivalente de Tecnología» (EoT) para los vehículos híbridos y no híbridos de su división LMP1, con el fin de que las diferencias sean menores.
Antes de que comenzara la Super Temporada 2018-2019, el Automobile Club de l’Ouest (ACO) y la FIA anunciaron una serie de lineamientos técnicos que debían seguir los dos tipos de autos, aunque siempre con la promesa hacia Toyota de tener una ventaja de 0.25 por ciento en los tiempos por vuelta sobre el resto de sus rivales; en caso de que los «no híbridos» lograran mejores tiempos que los prototipos japoneses, serían penalizados
Pero este jueves, después de analizar los datos arrojados por los equipos tanto en el «Prólogo» en Paul Ricard como en las «6 Horas de Spa» y la prueba de resistencia de junio pasado, se anunció que dicho porcentaje de ventaja se eliminará para la siguiente fecha, las «6 Horas de Silverstone», mientras que el flujo de combustible para los prototipos privados pasará de 108 a 115 kilogramos por hora, en comparación con los 80 de los híbridos.
Asimismo, los autos propulsados por un motor normalmente aspirado, como los que proporciona la marca Gibson a Rebellion Racing y DragonSpeed, tendrán una reducción de su peso en 15 kilogramos.
«Entre el día de pruebas (de Paul Ricard) y la calificación de Le Mans, el tiempo más rápido en la categoría LMP2 mejoró en 2.4 segundos, comparado con los 0.2 segundos de los LMP1 no híbridos», explicó Thierry Bouvet, Delegado Técnico de ACO.
«Varios factores pueden explicar esto, tales como las condiciones de pista diferentes o porque los equipos no querían comprometer la confiabilidad. Finalmente, múltiples parámetros contextuales también pudieron haber afectado ciertas estimaciones del EoT».
Y es que la superioridad de los autos japoneses ha sido tan evidente como criticada en las primeras dos fechas del Campeonato Mundial. En Bélgica, la diferencia entre el único TS050 que no fue excluido de la calificación tuvo diferencia de 1.4 segundos sobre el mejor de los Rebellion Racing, pero los dos prototipos híbridos terminaron con dos vueltas de ventaja ante el R13-Gibson mejor ubicado.
Para Le Mans, independientemente de las fallas de sus rivales, Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima terminaron con 12 vueltas de distancia sobre el Rebellion de Thomas Laurent, Mathias Beche y Gustavo Menezes, que se ubicó en tercera posición, y de 13 sobre Andre Lotterer, Neel Jani y Bruno Senna.
El único fuerte de los «no híbridos» ha sido la velocidad en recta: BR Engineering, con su modelo BR1-AER, alcanzó 328.4 kph en Spa, superior a los 320-6 kph del Toyota con Nakajima al volante, aunque en el autódromo francés, Buemi registró 342.3 kph en prácticas y Jenson Button, también con BR Engineering, 340.2 kph durante la carrera.
¿Servirán los cambios para que el nivel de competencia sea, al menos, más atractivo en la clase estelar del Campeonato?