McLaren nunca había tenido un año tan malo como 2015, ni una tercia de años tan horribles como 2013-2015. Pero cuando estás en el fondo, se supone que el único sitio al cual puedes ir es hacia arriba, y McLaren tiene los recursos para cumplir ese adagio. Pero sus enemigos en la pista no están parados y les han perdido el respeto, pues el nombre ya no inspira el terror que algún día provocaba cuando tenía a Senna y a Prost en los asientos de sus McLaren-Honda. Ahora provocan lástima con sus interminables penalizaciones por cambios de motor, pues usaron casi uno por carrera en 2015, cuando el reglamento permitía cuatro y luego les ayudaron con un extra, pero ellos necesitaron cuatro veces más para poder sacar
la temporada.
Honda dice que los problemas ya fueron identificados y arreglados, pero apunta que el chasis no es exactamente de otro mundo, lo cual es cierto desde 2013, cuando tuvieron el infame MP4-28 que “delfineaba” en todo momento sin ser predecible o eficiente. Pero el MP4-31 de esta campaña parece ser más estilizado y conserva el concepto “talla cero” que no ha sido tan bueno, pero hay mayor inclinación del chasis al ser más alto atrás que adelante en su piso, al estilo de los RB que el aerodinamicista Peter Prodromou dibujaba con los austriacos. La nariz es muy corta y los pilotes que la sostienen tienen un hueco, algo inédito, que seguramente tiene que ver con el flujo del aire en la parte baja. La parte trasera es esbelta, la suspensión parece más convencional en su arreglo de brazos, pero lo más importante es que Honda ha atacado el problema de recuperación de energía y promete que habrá suficiente para no ser rebasados como en 2015.
Los pilotos son ambos muy buenos, expertos en poner a punto un auto y en desarrollarlo si la base es buena, y la gente de relaciones públicas ha logrado que tanto en McLaren como en Honda dejen de hacer predicciones arriesgadas acerca de que la victoria está cerca, pues eso sólo ha aumentado las risas del público. Calladitos se ven mejor, y con los recursos a su disposición McLaren debería ser, fácilmente, quinto en 2016, pero toma tiempo reaprender como volverse eficiente y ganador, y en 2016 es difícil que los de Woking suban tanto aunque tengan las herramientas disponibles. No habrá mucho que celebrar a 50 años de debutar en la F1.