En un mundo plagado de autos que sólo sirven para llegar del punto A al punto B sin transmitir emociones o sensaciones extraordinarias, da gusto saber que siguen a la venta modelos capaces de dibujar una sonrisa en la cara, como el Mazda MX-5 nuevo, un roadster biplaza que parece haber sido diseñado alrededor del conductor. Esto se nota en la excelente posición de manejo que se consigue fácil y rápidamente aunque el conductor mida más de 1.80 metros. Los asientos ofrecen una muy buena combinación entre soporte y comodidad, sin demasiado agarre que impida que conductor o pasajero giren en sus lugares para maniobrar el toldo de lona.
Su chasis sigue fiel a la esencia del modelo original, es decir, con poco peso y muy buena respuesta de todos sus componentes: suspensión, frenos, dirección. Es tracción trasera y tiene una distribución de pesos ideal, con 50% descansando sobre cada eje. Por su parte, el tacto de la palanca de cambios es perfecto, de recorridos cortos e inserciones precisas. La caja es de seis velocidades bien escalonadas que le permiten ganar velocidad rápidamente, con todo y que su motor 2.0 litros de 155 caballos no tiene sobrealimentación. También ayuda su peso de apenas 1,090 kg.
Todo el conjunto permite que el MX-5 Miata entregue una dosis buena de emoción y satisfacción al volante, pues todo lo hace bien. No es tan potente o rápido como, por ejemplo, un Golf GTI, sin embargo lo natural y directo de sus reacciones se disfrutan más que un motor turbo de 200 ó más caballos. Naturalmente tiene sus aspectos no tan disfrutables, como poco espacio de carga, una suspensión firme que no oculta para nada las imperfecciones del camino, una altura baja respecto al piso que resulta en roces a la hora de pasar un tope, prácticamente no tiene opciones en el equipamiento, y el toldo es de acción manual, no habrá uno automático. En cuanto a elementos de serie, viene claramente más completo que su antecesor, y en seguridad, por ejemplo, monta ahora bolsas de aire frontales y laterales, así como controles de tracción y estabilidad; antes sólo había dos bolsas de aire frontales y ABS.
Este juguete para adultos se ofrece en una variante única por un precio de 343 mil pesos, y dada su arquitectura y características prácticamente no tiene rivales directos. Hay alternativas similares de Audi o Mercedes, por ejemplo, pero son mucho más costosas.
VÍCTOR ORTIZ
