Max Mosley, Presidente de la FIA de 1993 a 2009, falleció este lunes a la edad de 81 años.
La noticia la confirmó Bernie Ecclestone, ex jefe de la Fórmula 1, a la cadena británica BBC.
Mosley nació en Londres en 1940. Se formó como abogado especializado en derecho de patentes y marcas, pero también fue piloto amateur, primero en autos deportivos y luego en Fórmula 2, conduciendo autos Brabham y Lotus.
Se retiró en 1969 para co-fundar March Engineering, que se convirtió en uno de los principales fabricantes de autos de carreras del mundo. Mosley se ocupó de los asuntos legales y comerciales de la empresa entre 1969 y 1977.
A mediados de los años ’70, se convirtió en asesor legal de la Asociación de Constructores de Fórmula Uno (FOCA), organismo que representaba a los constructores de la serie. A él se le debe el primer Pacto de la Concordia, que resolvió una disputa entre FOCA y la Federación Internacional de Automovilismo (FISA), el entonces organismo rector de la F1.
En 1986, fue elegido presidente de la Comisión de Fabricantes de la FISA y representó a la industria del automovilismo en el Consejo Mundial del Deporte Motor. Posteriormente se convirtió en jefe de la FISA en 1991.
Habiendo trabajado en colaboración estrecha para planificar la reestructuración de la FIA, Max Mosley y Jean-Marie Balestre acordaron la candidatura de este último a la presidencia de la FIA cuando el francés dimitió en junio de 1993. Poco después, tomó el cargo.
En sus cuatro periodos, promovió una seguridad vial mayor y el uso de tecnología ecológica, dirigiendo una campaña para fortalecer los estándares de pruebas de choque de la Unión Europea, proponiendo enmiendas que requieren pruebas frontales desplazadas y de impacto lateral con espacio libre de 300 mm.
Otras iniciativas que forjó fueron Fórmula Zero, que identificó sinergias de seguridad entre el automovilismo y la seguridad vial con un enfoque de «tolerancia cero» a las muertes o lesiones, y el Programa Europeo de Evaluación de Vehículos Nuevos (Euro NCAP).
A su vez, tras el accidente de Ayrton Senna en 1994, instituyó reformas de seguridad en el deporte. A finales de 1996, se desempeñó como el primer presidente de la Comisión de Seguridad de F1 y, en 2004, propuso la creación del Instituto FIA para la Seguridad del Deporte Motor con el fin de desarrollar medidas de seguridad y sostenibilidad en todas las áreas, desde las carreras juveniles hasta los campeonatos de nivel alto.
También se le acredita como el individuo que ayudó a que la FIA fuera reconocida por el Comité Olímpico Internacional, en 1997.
Fue reelegido como presidente de la FIA tres veces, en 1997, 2001 y 2005, cada vez sin oposición. En 2008, estuvo en el «ojo del huracán» por el escándalo íntimo que publicó «News of the World», en relación con su vida sexual.
Aunque llevó su caso a tribunales, al tratarse de una violación a su privacidad, y lo ganó, Mosley optó por no reelegirse y respaldó a Jean Todt como su sucesor al frente de la FIA.
Max Mosley recibió muchos reconocimientos, entre los que se destaca el «Chevalier de l’Ordre National de la Légion d’Honneur» en 2006.