Red Bull se embrolló en otra controversia legal en el fin de semana del Gran Premio húngaro al saberse que la FIA le pidió modificar el auto en el fin de semana del GP canadiense.

El director del equipo, Christian Horner, confirmó que la FIA pidió un cambio a la suspensión porque era posible ajustar la puesta a punto manualmente con un nivel de esfuerzo “muy bajo”. El artículo 34.5 de las regulaciones deportivas insiste en que “los cambios no deben poder hacerse sin el uso de herramientas”.

Horner dijo: “Era algo que podía ser cambiado manualmente o con herramienta, pero la FIA dijo que prefería que se usara una herramienta. Nunca cambiamos la altura sobre el piso en el parque cerrado. Lo que había en el auto en Canadá, ha estado ahí también en otras carreras, pero en ningún momento ha sido ajustado en el parque cerrado. Es cuestión de si lo quieres hacer manualmente o con herramientas, y se hace con herramientas”.