Para los técnicos de Brembo, el Autódromo Hermanos Rodríguez, de 4.304 metros de longitud, está clasificado como un circuito muy exigente para el sistema de frenos. Los datos recopilados por ellos muestran que el ganador a menudo no es el que va más rápido, sino el que frena mejor.

En una escala del 1 al 5, la pista tiene un índice de dificultad de 4, ya que la baja densidad del aire causada por la altitud récord del circuito reduce la eficiencia de enfriamiento de los discos, las pastillas y las pinzas. Los pilotos usan los frenos en 9 de las 17 curvas, confiando en el sistema para todas las curvas de la 4 a la 7. Entre estos, tres zonas de frenado se clasifican como Duro y dos como Medio.
La curva más exigente para el sistema de frenos en el Autódromo Hermanos Rodríguez es la curva 1, los autos de F1 se acercan a 342 kph y reducen la velocidad a 112 kph en 2,68 segundos, recorriendo 141 metros. Durante este frenado, los pilotos experimentan una desaceleración de 4,1 g y deben aplicar una fuerza de 126 kg en el pedal del freno. La potencia de frenado generada alcanza los 2.209 kW.

El sistema «antiarrastre»
En los autos de F1, cada componente debe optimizarse para evitar comportamientos que reduzcan el rendimiento general. La atención suele centrarse en las alas y el chasis, pero otros componentes también pueden afectar negativamente al rendimiento. Un ejemplo significativo son las pinzas de freno tradicionales, que pueden causar resistencia incluso cuando no se aplican los frenos. Brembo abordó este problema con el desarrollo del sistema «anti-drag»: un mecanismo que consiste en un pasador operado por un resorte de torsión que reduce el par residual, evitando el contacto no deseado entre el disco y las pastillas cuando los frenos no se usan. Cuando el piloto suelta el pedal, eliminando la presión del sistema, el resorte devuelve inmediatamente las pastillas a una posición sin contacto, lo que garantiza la máxima eficiencia en todas las condiciones.

ANÉCDOTARIO:
En 1986, la Fórmula 1 en México Benetton, ocupaba el sexto lugar con solo 10 puntos. Sin embargo, Gerhard Berger sobre el Benetton B186 ganó el GP de México, logrando la victoria sin hacer una sola parada en fosos. Tanto el equipo como el piloto celebraron su primera victoria en F1. La carrera mexicana se convirtió en un momento icónico, un gran éxito que fue posible en parte gracias a la fiabilidad de los frenos Brembo.

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