El equipo M-Sport de Ford llega a su triunfo 50 con Ford; Loeb apenas acaba sexto en la nieve, pero lidera el WRC.

Aunque es considerado el dios viviente del rallismo, Sebastian Loeb con ocho títulos y 68 victorias de WRC, nunca sale como favorito en la nieve del Rally Suecia, la única fecha del año en la que un triunfo suyo es sorpresa. Y 2012 no fue la excepción.

Este año el rally sueco compartió territorio con Noruega el primer día incluyendo la primera etapa que se corre en caminos de ambas naciones. También se corrió el jueves la primera calificación en un rally, con la cual los ganadores escogen su orden de salida para el día siguiente. El más rápido fue el finlandés Jari Matti Latvala, sobre su Ford Fiesta RS WRC y como las temperaturas de alrededor de menos 10 grados centígrados no eran suficientemente frías para garantizar que los caminos estuvieran completamente congelados, Latvala escogió una posición bastante atrás para así correr cuando la nieve suelta ya hubiera sido barrida por sus antecesores.

La táctica funcionó, hizo el mejor tiempo en la inicial y para la siguiente ya lideraba el rally, aunque un ataque tardío del Citroën de su antiguo coequipero, Mikko Hirvonen, le quitó la punta en la quinta etapa del día, de 10.

Pero los Ford de Latvala y Petter Solberg habían cuidado sus llantas de repuesto y cuando las calzaron al final del día fueron mucho más rápidos. En la octava etapa Latvala regresó a la punta que ya no perdería para terminar el día con 10 segundos de renta. Solberg, quien se había retrasado tras un trompo, ganó las dos rondas finales y terminó a 1.8 segundos de Hirvonen, con otros tres Fiesta privados detrás, entre ellos el de su hermano Henning en sexto, manteniendo a raya al campeón Loeb por más de 20 segundos. Sordo, quien arrancó en la punta tuvo un día bueno hasta que le pegó a un banco de nieve en la octava etapa y se le cayó la banda de la bomba de agua, el Mini se sobrecalentó y ahí quedó.

Para el sábado 11 de febrero la situación no cambió entre los tres punteros aunque el noruego Mads Ostberg se acercó a Petter Solberg para intentar hacer su batalla por el podio y el campeón Loeb atacó para pasar al otro Solberg con un ritmo sostenido que le dio el sexto sitio y posibilidades de buscar algo más. No hubo diferencia en las llantas que usaron los punteros, todos eligieron con clavos, por lo que las diferencias no variaron y Latvala parecía encaminado al triunfo con facilidad sacando una ventaja de 23 segundos tras el final de la penúltima jornada.

El domingo Latvala inició cinco etapas normales con un par de victorias parciales que lo pusieron adelante por más de 35 segundos, pero en la etapa 22 le pegó a una roca expuesta en los surcos de la ruta y pinchó la llanta delantera derecha. Terminó con apenas 8 segundos sobre Hirvonen y lo más extraño fue que Petter le pegó a la misma roca, y aunque no tuvo que cambiar la llanta, bajo la velocidad y Ostberg lo pasó por el tercer sitio. Pero Latvala ganó la 23 y llegó a la Etapa de Poder con todo controlado. Loeb minimizó su pérdida con una victoria ahí que le dio tres puntos adicionales y sigue de líder del campeonato ahora con 7 puntos de ventaja sobre Hirvonen y 10 sobre Solberg.

Con la nieve fuera de su camino para el resto del año, el galo llegará a las terracerías de México liderando y sin debilidades aparentes en su búsqueda del noveno campeonato, pero Latvala ya demostró que puede ganar como líder de su equipo y puede ser peligroso.