La Carrera Panamericana se había corrido por primera vez en 1950, con apoyo del gobierno del presidente Miguel Alemán, quien necesitaba un pretexto para mostrar al mundo que México era un país moderno y además
el primero en cumplir su sección de 3,000 kilómetros de la carretera panamericana que iba de Alaska a Tierra de Fuego.

Se corrió también en 1951 y 1952, y para 1953, cuando el brazo deportivo de la FIA decidió establecer un campeonato mundial de autos sport (biplazas) con pruebas de resistencia –equivalente al actual Mundial de Resistencia WEC– la ‘Pana’ fue una de las siete elegidas junto con las 12 Horas de Sebring, la Mille Miglia italiana, las 24 Horas de Le Mans, las 24 Horas de Spa, los 1000 Kilómetros de Nürburgring y el Tourist Trophy británico en el Ulster (Norirlanda), siendo precisamente la cerradora pues se acostumbraba correrla aprovechando el feriado de la revolución mexicana del 20 de noviembre.

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Para 1953, la cuarta edición arrancaría en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con meta en Ciudad Juárez, la ciudad hermana a El Paso, Texas. El campeonato había sido muy peleado, pero curiosamente los equipos participantes como Jaguar, Aston Martin, Ferrari, Cunningham y Lancia, no compitieron en todas las pruebas
y fueron participando en la que sentían tener más posibilidades, lo que provocó que los ingleses se ausentaran en México pues aunque Jaguar lideraba por un punto, no tenían autos con oportunidad real de ganar en México y se abstuvieron de correr, mientras que Ferrari, sólo necesitaba quedar en quinto sitio por lo que era el virtual campeón y envió un equipo grande para asegurarse que las sumas le favorecieran.

Su escuadra –inscrita como la Scuderia Guatalla privada de Franco Cornacchia por
si perdían– venía encabezada por Umberto Maglioli, con los poderosos 375 MM restantes asignados a Ricci, Mancini y Stagnoli, y un auto similar pero carrozado por Vign

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ale no Pininfarina, para Luigi Chinetti, el importador estadounidense de la firma. Aparte había otro más con posibilidades reales de triunfo, un 340 Vignale –el llamado Ferrari México–
para la dupla estadounidense de Phil Hill
y Richie Ginther, quienes brillarían en
la F1 posteriormente.

Sus rivales principales eran los pilotos de Lancia, encabezados por el campeón mundial de F1 de 1951, Juan Manuel Fangio, acompañado de los grandes pilotos Felice Bonetto, Piero Taruffi (ganador en 1951 con Ferrari) y el joven Eugenio Castellotti, este último sobre un D23, los otros sobre el más reciente y potente modelo D24.

En la clase Turismo Internacional destacaba el poderoso equipo Lincoln con algunos volantes como Johnny Mantz, ganador de la primera Southern 500 de NASCAR, además de volantes de auto tipo Indy como Chuck Stevenson y Walt Faulkner; en la clase Sport Menor estaba el equipo oficial de Porsche con los 550RS y autos similares de la escuadra oficial de Guatemala, además de otra escuadra oficial germana, la de Borgward, firma que en los años 70 terminaría sus días en México
.

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La etapa 1 de Tuxtla a Oaxaca, empezó mal para Ferrari, pues aunque iba ganando al llegar al Istmo de Tehuantepec, una manguera de agua retrasó a Maglioli y el Lancia de Bonetto fue el vencedor con 3h28m14s en los 530 kilómetros de recorrido. Otro 375 MM, el de Stagnoli, tuvo un pinchazo a 270 kph y se volcó matando al piloto y su tripulante.

Juan Manuel Fangio fue el ganador de la Panamericana de 1953, curiosamente sin ganar etapa alguna

Entre Oaxaca y Puebla hay 407 kilómetros y
el vencedor fue Taruffi, en 2h52m33s, quien en la tarde recorrió 128 km más para llegar a la capital vencedor en 46 minutos y 25 segundos, pero Bonetto seguía de líder sobre el ‘Zorro Plateado’
y en tercero, unos segundos detrás, los escoltaba Fangio. Maglioli era el mejor Ferrari, pero cuarto tras su desperfecto en el Istmo.

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De México a León renació el duelo y en su batalla en la carretera Taruffi se salió antes de Silao y dañó la dirección, Bonetto entró muy rápido a Silao, pegó en un vado y murió al golpear una cornisa de una ventana con la cabeza al perder
el control del auto. Maglioli ganó -420 km en 2h15m41s–, pero Fangio tomó la punta con otro tiempazo unos segundos detrás y la escuadra italiana de Turín determinó que no quería más batallas entre sus pilotos y les mandó mecánicos que estuvieran con ellos por alguna posible falla.

Taruffi ganó en la etapa de León a Durango, otros 530 kilómetros, los que recorrió en 2h49m36s, pero Fangio seguía como su sombra y era el líder, mientras Maglioli tronaba su auto y tomaba el de Ricci,
aunque muy retrasado, lo cual no le impidió ganar
las siguientes tres etapas –404 km de Durango a Parral en 2h47m11s; de Parral a Chihuahua, otros 300 km en 1h45m09s; y de Chihuahua a la meta en Cd. Juárez, 358 km en 1h36m30s– para recuperar
el sexto sitio, pero la corona se la dio a Ferrari Guido Mancini en cuarto sitio atrás de Fangio, Taruffi y Castellotti, y delante del Talbot de Louis Rosier.FM__Page_060_Image_0003

Así, México entró de manera firme al concierto de deporte motor organizado siendo la primera carrera de nuestro país válida para un campeonato mundial. Posteriormente vendrían otras series internacionales como la F1, WRC, NASCAR. GrandAm, CART, TransAm, F. Atlantic, y otras, pero la Panamericana siempre será la primera.

Luigi Chineti, ganó con Taruffi en 1951, y antes había sido el primer piloto de Ferrari en vencer en las 24 Horas de Le Mans; posteriormente impulsó la carrera de los hermanos Rodriguez con su equipo North American Racing Team (NART)FM__Page_060_Image_0004