Una falla en los sistemas de control de su motor provocó que, para efectos prácticos, Charles Leclerc perdiera la oportunidad de lograr su primera victoria en la Fórmula Uno el domingo pasado.
La escudería Ferrari informó que, después de un análisis exhaustivo en el auto del monegasco, se determinó que dicho problema se generó dentro de una unidad de control en el sistema de inyección, un problema que, según el mismo equipo, «nunca había sido visto antes en el componente en cuestión». La revisión se hizo en su fábrica de Maranello.
Por ello Leclerc, quien pese a todo subió a su primer podio en el Gran Circo en Bahrein, rodó a velocidad muy reducida en las vueltas finales de la competencia en Sakhir, al contar sin un cilindro en su unidad; pese a esto, no requerirá de un cambio de unidad de potencia para el GP chino de la semana próxima.
Ferrari ha tenido un inicio de año con contrastes, siendo superior en términos de velocidad a Mercedes tanto en pretemporada como en Bahrein, aunque con debilidades en la confiabilidad de sus monoplazas.
«Eso es algo inaceptable de nosotros y muestra lo importante que es tener cada detalle final bien para ganar», comentó Mattia Binotto, Director General del equipo. «Claramente aún hay varias cosas que tenemos que aprender y continuaremos trabajando en ellas».