La llegada del Stinger al mercado mundial es una declaración de guerra del fabricante coreano a la industria en general. Kia sea había caracterizado siempre por ofrecer una gama de modelos hasta cierto punto convencional, participando en segmentos de volumen, como subcompactos, compactos, sedanes y SUV ligeras, pero hasta ahí. Coche bien hechos, bien equipados, de una excelente relación valor/precio, pero nunca algo pasional, ni mucho menos radical. Hasta que presentaron Stinger.

Este modelo no es una absoluta novedad si tomamos en cuenta que lo vimos en forma de concepto hace ya muchos años, en el Salón de Frankfurt de 2011, y seis años después ve la luz como un modelo de producción. Un modelo que nada tiene qué ver con el resto de sus hermanos de marca, pues no comparte elemento alguno con otro Kia. Más bien recurre a los tope de gama del grupo (Génesis) de quién hereda una gran mayoría de componentes mecánicos como la plataforma, los motores y la transmisión. Esta última es de ocho velocidades y será la única opción disponible en todos los modelos de la gama.

El Stinger estará disponible con tres motores, todos ellos sobrealimentados. El motor básico será un diésel de 2.2 litros que no se venderá en nuestro mercado. Aquí tendremos motores turbo de gasolina, un básico 2.0 de 256 caballos, mientras que para el modelo tope de gama habrá un V6 de 3.3 litros con doble turbocompresor, que llega a los 365 caballos de potencia con los que promete acelerar de 0 a 100 kph en menos de 5 segundos. El motor de cuatro cilindros va asociado necesariamente a un sistema de tracción trasera, mientras que el V6 biturbo tendrá tracción integral. Por cierto, agradecemos al equipo de Kia México por habernos prestado un Stinger tan anticipadamente, pues no se pondrá a la venta sino hasta dentro de algunos meses, quizá en octubre o noviembre.

De acuerdo con los creadores del auto, el Stinger es un auténtico gran turismo, pues la intención no es hacer el coche más rápido, ni el más contundente, o el que entregue las sensaciones más brutales al volante, sino la de ser un coche único, elegante, y en el que se disfrute mucho el trayecto. Así las cosas, el interior no es el más funcional ni espacioso, aún cuando las dimensiones exteriores son básicamente iguales a las de un Kia Optima, al menos en longitud y anchura. Eso si, el Stinger es mucho más bajo, y la distancia entre ejes es mayor, lo que habla de sus intenciones dinámicas.

Cuatro adultos de hasta 1.80 m viajarán cómodamente, pero si hay mayor estatura, le escaso espacio para la cabeza comenzará a incomodar, lo mismo que el acceso a la segunda fila de asientos, por las formas irregulares de las puertas y la notoria caída del techo hacia la parte posterior. Pero nada de esto importa, porque el Stinger no nació para ser práctico, ni versátil o utilitario. Es un coche para disfrutar un buen desempeño dinámico (sin ser el mejor, pero sí por encima de la media), mucho equipamiento en todas sus versiones, muy buenos acabados interiores, y una carrocería que voltearán a ver propios y extraños.

Podemos decir que el Stinger es un fashion statement que apunta directo a modelos germanos como el Audi A5 Sportback o el BMW Serie 4 Gran Coupe, considerados por la propia marca como sus principales rivales, a los que incluso puede superar en equipamiento o potencia, pero quizá no en acabados o desempeño al límite. Pero cuesta menos que éstos, y es una gran alternativa sin duda.

ACTUALIZACION:

Kia Stinger ya está a la venta en los siguientes versiones y precios:

EX 2.0T: $564,900 pesos
GT Line 2.0T: $664,990 pesos
GT Line V6 3.3 biturbo: $784,900 pesos