• Se enfoca a un motor turbodiésel chico
  • Es de tracción en dos ruedas solamente

La Jeep Renegade es el modelo básico y llamativo de la marca FCA del mercado competitivo y lucrativo de los crossover compactos. Su diseño es una alternativa para 
los que gustan de las Vauxhall Mokka, Skoda Yeti y la Citroën C4 Cactus; y se espera que fortalezca el éxito reciente y el crecimiento de las ventas de la compañía. Con el 
fin de capturar a todos los clientes potenciales posibles, la Renegade se ofrece con opciones varias de tren motriz y apariencia.

Ya probamos la versión Trailhawk enfocada a todoterreno con un motor de gasolina de 2.0 litros, la cual demostró estar bien equipada y ser capaz en terrenos ásperos, pero con un precio 
muy alto. La versión Limited es menos costosa, sin embargo,
 está equipada con el motor más eficiente de su rango: un diésel de 1.6 litros capaz de promediar 26.1 kpl. Sólo se ofrece con tracción de dos ruedas, lo cual es un factor que podría matar el atractivo principal del modelo.

En carretera, esta versión 
de la Renegade muestra que
 cuenta con mucho para disfrutar 
y su desempeño sólido resalta inmediatamente. Pese a su motor de 1.6 litros, se mueve con convicción y rara vez te queda a deber, incluso en rebases o en subidas.

Ciertamente, el Multijet está a fondo a 3,500rpm y superando las 4,000 es excesivamente ruidoso, pero las relaciones bien espaciadas en su caja manual de seis velocidades hacen que el rango limitado de las revoluciones no sea problema.

Curveando, la Renegade se compone y balancea de una manera adecuada y gracias a la respuesta correcta de sus controles y peso, su manejo es fácil aunque no es el más suave. Los baches grandes se libran de forma bastante aceptable, pero las grietas e imperfecciones más pequeñas del asfalto la menean.

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En la carretera, su frente amplio y espejos grandes provocan bastante ruido de viento, aunque el motor permanece en silencio mientras gira a 2,000 rpm a 112 kph. Adentro,
 hay suficiente espacio atrás y adelante, aunque en las distancias largas los asientos delanteros no son particularmente cómodos y mejorarían con más acolchado. La calidad de la cabina es aceptable.
 De alguna manera, el panel de lujo de la puerta y los detalles limpios compensan una palanca de cambios que se siente aburrida y endeble.

La versión Limited de la Renegade es competitiva en cuanto a su equipo que cuenta con un control de clima estándar de dos zonas, un sistema de navegación digital con pantalla táctil, radio DAB y control de crucero. La seguridad también es un punto clave 
bastante fuerte: la Jeep alcanzó cinco estrellas de calificación en
la prueba de choque Euro NCAP
 y cuenta con diversos sistemas electrónicos de apoyo al conductor, amortiguación de balanceo y aviso de salida del carril.

La Renegade aporta con un desempeño admirable, pero incluso en su versión Limited es muy costosa. Por ejemplo, la igualmente distintiva Citroën 4 Cactus, en una versión equivalente 100,000 pesos menos que la Jeep. Si la Jeep tuviera como estándar la doble tracción tendía mayor mérito, pero el costo sería aún más elevado en un modelo con esa característica particular. Así que a menos que te sea indispensable tener una parrilla de siete barras, o pienses que el aspecto fornido y los detalles excéntricos de la Renegade son tan irresistibles como para obviar sus defectos menores, recomendamos mirar hacia otra parte. 
LEWIS KINGSTON

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