IndyCar realizará cinco competencias, en tres pistas distintas, a partir del fin de semana entrante y durante el mes de julio, bajo contextos distintos.
Cuatro semanas después de abrir su temporada 2020, la cual se aplazó por la pandemia de la COVID-19, la serie retoma la acción «en casa», es decir, el autódromo de Indianápolis, para el fin de semana del «4 de Julio» que conmemora la independencia de Estados Unidos.
Este evento será histórico, ya que además de ser el primer evento desde que Roger Penske compró la pista y la serie, compartirán pista con las dos divisiones estelares de NASCAR.
El sábado, IndyCar (con la presencia de Pato O’Ward) y Xfinity realizarán sus eventos en el circuito mixto, mientras la Copa (con Daniel Suárez participando) disputará la prestigiosa Brickyard 400 en el óvalo.
VER: Scott Dixon ganó la fecha inaugural de IndyCar 2020
Sin embargo, el ingrediente que faltará este fin de semana (impensable de realizarse hace algunos años, ante la hegemonía que NASCAR impuso mientras las carreras de Indy sufrían por la guerra CART-IRL) es que no habrá acceso al público.
A principios de mes, el escenario de permitir espectadores se volvió inviable, ya que la reapertura del Condado de Marion, Indiana, donde el trazado se ubica, dejaba un margen mínimo para organizar la logística.
Eventualmente, la decisión resultó ser la adecuada, ya que tras registrarse menos de 350 casos nuevos de infectados del 19 al 24 de junio, hubo un promedio de 505 los días 25 y 26.
Éste será uno de los tres escenarios que se verán a lo largo del mes. La semana siguiente, el 11 y 12 de julio, IndyCar visitará Road America, donde sus promotores permitirán el ingreso de aficionados, siempre y cuando se cumpla la distancia social de 2 metros.
Pese a que esta semana, la tendencia de casos positivos en Wisconsin fue similar a la de Indiana, el condado de Sheboygan, donde está el pueblo de Plymouth, apenas tiene 190 contagiados, por lo que se intentarán aprovechar las 260 hectáreas de extensión de las instalaciones para evitar un brote.
La semana siguiente, el 16 y 17 de julio, IndyCar realizará otra fecha doble, en el óvalo de Iowa, de 0.75 millas, con presencia limitada de público y también con distancia social y medidas sanitarias estrictas.
La capacidad máxima de las tribunas de las instalaciones es de 30 mil personas, por lo que es posible que la cantidad total de espectadores presentes ronde entre los 5 y 6 mil.
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El estado tuvo un promedio de 197 casos nuevos esta semana, pero el Condado de Jasper, que incluye a la ciudad de Newton (donde se encuentra el autódromo) apenas supera los 300 casos totales.
INDY 500, CON MENOS PÚBLICO
Estos escenarios antecederán a las «500 Millas de Indianápolis», que se llevarán a cabo el 23 de agosto frente a un número limitado de aficionados.
Se tiene registro de más de 170 mil boletos que ya se vendieron para el evento, que anualmente se realiza cada mes de mayo, por lo que todavía se intentará hacer todo lo posible para no prohibir el acceso al público y no volver a cambiar la fecha, aunque una situación como la de la COVID-19 es muy cambiante.
Hasta ahora, el plan será reducir en 50% la cantidad de asistentes, tanto en gradas como en suites y la zona interna del autódromo; no hay un número específico de capacidad, aunque siempre se estima que puede haber entre 350 y 400 mil fanáticos en condiciones normales.
Así la «nueva normalidad» en INDYCAR que, así como NASCAR, tratan de permitir el acceso a la gente, a fin de normalizar una fluidez económica en autódromos y equipos.
Datos obtenidos de The New York Times