En un 1-2 para Andretti Autosport, RHR bate a Marco Andretti y se mete a la pelea por el título

Por Rosemary Windsite

Sábado en la noche en Iowa y lo único que hay en centenas de kilómetros a la redonda es la serie IndyCar en el pequeño óvalo de casi 9/10 de milla (1,439 metros), propiedad del antiguo estrella de NASCAR, Rusty Wallace, quien solía correr el auto #2 para Penske Racing tras venderle su equipo al magnate Roger.

Las carreras calificatorias han dejado establecida la parrilla cuya línea delantera forman Dario Franchitti, del equipo Ganassi, y Helio Castroneves, del equipo Penske. Aunque ha cambiado el formato, el resultado es el mismo, pues atrás de ellos se forman los pilotos de Andretti – Marco Andretti (3), James Hinchciffe (4) y Ryan Hunter-Reay (7)– con otros dos de Penske –Ryan Briscoe (5) y Will Power (6)– y otro de Ganassi –Scott Dixon (8)– en las cuatro primeras filas.

Marco había probado la semana anterior para decidir qué inclinación de alerón impondría la serie a los autos y se notaba que los autos de Andretti Autosport estaban listos para unirse a la pelea por la punta.

La carrera arrancó tarde por una tormenta eléctrica en el área y de inmediato un contendiente fue eliminado, Franchitti, quien voló el motor (ganador de la Indy 500) antes de arrancar. Helio lideró la carrera al inicio, pero desde el fondo venían remontando Ernesto Viso y Simon Pagenaud, mientras los punteros se la tomaban con calma en el primer tercio de carrera. Sin embargo Viso, quien ya estaba octavo, intentó rebasar a Power, éste no lo vio y chocaron provocando la primera amarilla.

Ahí se desfasaron Dixon y Briscoe, quienes estuvieron en la punta peleando con Helio hasta que Briscoe también quedó eliminado en un choque, con Josef Newgarden al iniciar el último tercio de carrera. En la rearrancada Hinchcliffe perdió el auto y prolongó la amarilla al chocar solo contra la barrera.

Con menos de 50 giros se dio otra bandera verde y Dixon se fue al frente, pero su estrategia lo ponía en desventaja de llantas y pronto fue alcanzado por RHR, quien lo pasó en la 236 y Andretti lo mandó al tercero en la 238 y empezaron a darse en serio, como si no fueran coequiperos. Pero en la 243 Legge perdió su auto y causó otra amarilla que determinó que acabaran girando tras el auto insignia, ante el enojo de Marco, quien sintió lo que es darle tu puesta a punto a tu coequipero y que te ganen con ella. Y 2012 ya se volvió una carrera de tres equipos.