Dos triunfos no bastaron para Rob Huff, pues su coequipero de Chevy, Yvan Muller, se coronó de Nuevo.
Rob Huff vino a Macao con una misión: sacar la PP, ganar ambas carreras y robarle el Campeonato Mundial de Autos Turismo (WTCC) a su coequipero de Chevrolet, Yvan Muller. Logró los primeros dos objetivos, pero falló en el tercero por un manojo de puntos – aunque en cierto momento de la Carrera 2 estuvo empatado en el tope de la clasificación.
La Carrera 1 tuvo una arrancada abortada y dos períodos de auto de seguridad por lo que la primera vuelta de carrera real fue la octava, de 11, y Muller intentó pasar a Huff cuatro veces, llegando incluso a pegarle a su auto, pero Rob se mantuvo firme y terminó al frente, a 13 puntos de Muller faltando sólo la final.
Huff arrancó tercero la Carrera 2 y Muller, octavo aunque el local Couto tuvo que hacerlo desde los fosos y eso promovió a Muller al séptimo. Tom Coronel lideró al primera vuelta, pero Huff lo pasó en la corrida rumbo a la curva de Lisboa y con Muller ya en cuarto, ambos estaban empatados en puntos.
Tras otro auto de seguridad por el choque del BMW de Gary Kwok, Huff se despegó en la rearrancada para lograr una doble victoria dominante, pero Muller rebasó a Nykjaer en Lisboa en la vuelta 9 para asegurarse el tricampeonato mundial por tres puntos.
“Si alguien me hubiera dicho al inicio de la temporada que obtendría 4 Posiciones de Privilegio, ganaría ocho carreras, tendría siete Vueltas Rápidas y terminaría todas las carreras en los puntos y no sería campeón, no lo hubiera creído”, dijo Huff.