EL FORD GT 40 VIENE DE LA DECISIÓN DE ENZO FERRARI DE NO VENDERLE A FORD SU FÁBRICA, Y DE LA TESTARUDEZ DE HENRY FORD II DE HACER UN AUTO QUE PUDIERA BATIR A LOS PROTOTIPOS DE LOS ITALIANOS EN LAS PISTAS, ESPECIALMENTE EN LE MANS, COMO RECUENTA NUESTRO HISTORIADOR EN JEFE

Para 1964 Ferrari llevaba cinco años de victorias consecutivas en el campeonato mundial de marcas (antecesor del WEC actual) y Henry Ford II pensó que comprar a Ferrari era una forma rápida de adquirir prestigio internacional como constructor de autos deportivos, pero Ferrari no le vendió –supuestamente porque Henry quería que la fábrica fuera llamada “Ford-Ferrari” y Enzo Ferrari quería que fuera al revés– y Ford decidió construir su auto propio, un prototipo que batiera a los Ferrari, a la vez que adoptaba a Shelby con cuyos Cobra pelearía contra los autos Gran Turismo de Ferrari, campeones en su división del mundial de marcas.

Como Ford no sabía hacer prototipos se los encargó a Eric Broadley, el constructor de Lola, quien hizo el chasis y se los mandó para desarrollo a los estadounidenses. Estos lo nombraron Ford GT40 (por las pulgadas de altura del auto, o sea un metro en número redondos) y escogieron dos equipos de confianza, el de Shelby y el de Holman-Moody (su escuadra estrella de NASCAR) para desarrollarlos y contrataron a todos los pilotos estelares estadounidenses, y de habla inglesa, que encontraron para batir a Ferrari, pero cuando lo intentaron en 1964 fracasaron, pues no duraron ni 14 horas de las 24 en Le Mans, aunque impusieron récord de vuelta y de velocidad tope.

Para 1965 regresaron con más ánimos y volvieron a fracasar en las 24 Horas de Le Mans, aunque ya empezaban a recolectar triunfos con el GT40, pues se construyeron más de un centenar de autos, incluso algunos que con elevarles la altura sobre el piso podían servir como autos de calle, entre ellos el del presidente de Gulf Oil.

Determinado a no fracasar de nuevo, en 1966 Ford echó toda la carne al asador y empezaron a hacer evoluciones del auto, el MkII y un convertible (roadster) y aumentaron la cilindrada de los motores usados, hasta donde permitía el reglamento (o la mecánica) , pasando de usar el 4.2 original hasta un 7 litros. Ferrari, por su parte, no tenía tanto dinero, y vio como esta vez Ford pudo ganar en Le Mans –incluso hizo el 1-2-3– y les repetiría la dosis en 1967 con el MkIV y en 1968 y 1969 con los famosos GT40-Gulf-Ford del equipo de John Wyer, los cuales trajeron al mundo el diseño icónico naranja con azul.

Con los títulos mundiales de 1966-67-68 ganados y la cuarteta de victorias en Le Mans, el GT40 sería retirado oficialmente, aunque siguió corriendo hasta entrada la siguiente década. Actualmente es uno de los autos clásicos más codiciados del mundo.

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