Por Carlos E. Jalife Villalón

“It is the real thing, you can’t refuse the embrace…” Faith No More

La compra de la ALMS por la Grand Am–presentada como “fusión” cuando es obvio que el pez grande (NASCAR) se ha comido al chico– es buena para EUA, pero no para el mundo de las carreras. Gana la idea de bajo costo y paridad para crear espectáculo (algo de lo que hablaba aquí mismo hace un par de números), mientras en el resto del mundo la meta es la nueva tecnología.

Veamos: Grand Am tiene prototipos que son mucho más lentos que los LMP1 o incluso los LMP2 de la serie American Le Mans, que corre con las reglas que la FIA y el Automobile Club de L’Ouest pactaron para el Mundial de Resistencia (WEC). Y aunque hace unos años Grand Am tenía una quincena de autos, ahora tiene menos de 10 y la ALMS también anda para llorar con tres LMP1 y otros cuatro LMP2. Y no son compatibles entre unos y otros. De ahí que la nueva serie (¿la Grandalms?) se vaya a deshacer de los prototipos mundiales y deje a los Daytona Prototypes como categoría estelar. En lo que ambos coinciden es en sus autos Gran Turismo, los GTs de la clase GTE de la FIA (ALMS) se equiparan a los GT de Grand Am y abajo pueden crear alguna otra cosa para mantener el Grand Am Challenge o demás cuestiones peculiares de las ideas estadounidenses de paridad.

En la escena mundial la tendencia a seguir son los autos híbridos, con mayor eficiencia y tecnología de punta, que además se baja luego a los autos de calle, los Audi y Toyota que vimos en Le Mans, en otras palabras. Y ese tipo de autos sólo venían a las 12 Horas de Sebring, o la Petit Le Mans, pues Audi se cansó de arrasar en la ALMS hace años. Y NASCAR (papá de Grand Am) seguía con carburadores hasta hace dos años.

Ahora las 12 Horas de Sebring serán parte de Grand Am, y dos de las tres joyas de la corona de resistencia (la otra es las 24 Horas de Daytona) estarán fuera de la égida de la FIA. Justo lo opuesto de lo que yo pedía en mi artículo de Daytona a inicios del año. Un Mundial no puede serlo sin Daytona, menos sin Daytona y Sebring. Y la Grand Am ya juntará su triple coronita con Daytona Sebring y las 6 Horas de Watkins Glen.

Pero lo que manda es el dinero y la idiosincrasia de los pueblos.

En la ELMS en Europa hay parrillas de 18-20 LMP2 y hay más de media docena de prototipos privados LMP1 aparte de los ocho oficiales de Audi y Toyota. Pero a los continentales les gusta ver correr y que gane el mejor aunque arrase. A los gringos les gusta que corran juntos todas las vueltas y que se definan las carreras por unas décimas en la última vuelta y con un choque grande de por medio, si se puede; esa va a ser la filosofía de la nueva serie a partir de 2014. Al cliente lo que pida, pues. Yo, cliente, pediría que, al menos haya 30 prototipos, para que valga la pena, pero ni NASCAR controla la economía del mundo…