La velocidad del Toyota no fue suficiente para batir la eficiencia de Audi en Silverstone.

Juan José Seguí

Las 6 Horas de Silverstone confirmaron las expectativas del Campeonato Mundial de resistencia (WEC) y lo que se vio en las 24 Horas de Le Mans. Audi competía solo con un par de autos uno de ellos híbrido, contra Toyota con el TS030 hibrido en su segunda carrera de la temporada. La velocidad del Toyota no fue suficiente para quedarse con la PP, pero le apostarían a llevarse la carrera con la velocidad que mostraba el TS030.

En un circuito con condiciones cambiantes durante todo el fin de semana, la eficiencia de Audi le permitió jugar una estrategia diferente para mantenerse un mayor tiempo en la pista sin una parada extra en los fosos.

La lluvia, presente en los primeros dos días del fin de semana, no jugó un papel en la carrera del domingo. Con solo dos entradas del auto de seguridad, el ritmo de carrera fue imponente por parte de Toyota con una ventaja sobre los experimentados pilotos de Audi, pero el consumo forzó al equipo japonés a una parada adicional en los fosos, mientras los alemanes podían dar entre 4 y 6 vueltas más por cada recarga de combustible.

En la categoría LMP1 realmente no había competencia de los equipos particulares. Las armadoras fueron los únicas que terminaron en la vuelta del líder, y tras 6 horas de carrera le habían sacado 5 vueltas a su más cercano perseguidor, el Lola de Rebellion Racing impulsado con motor Toyota. Con esto Audi tiene cuatro triunfos y se corona campeón 2012 en el absoluto y en la clase LMP1.

La LMP2 confirmó su gran nivel de la categoría, en menos de un segundo en calificación cabían 11 de los 15 autos participantes. El ritmo de competencia para esta categoría dejó como ganadores al Nissan de ADR-Delta (Charouz/Graves/ Martin) delante del Honda de Starworks (Potolicchio/ Dalziel/Sarrazin).


Para Ricardo González no fue el mejor fin de semana, perdiendo una sesión de prácticas por problemas con la caja de velocidades y sin mucha oportunidad de pelear por las primeras posiciones de la categoría, con un auto difícil de manejar y en una pista nueva para los pilotos de Greaves Motorsport, quienes terminaron en la posición 13 (7° de los participantes en el WEC). Ricardo manejó por un periodo de 145 minutos, entre los autos de seguridad de la competencia.

En la GT Pro, los honores fueron para el equipo AF Corse con el Ferrari 458 de Giancarlo Fisichella y Gianmaria Bruni, seguidos de otro Ferrari 458 de Cocker y Walker, y el último lugar del podio se lo llevó el equipo del mexicano Adrian Fernández, Aston Martin Racing.

El mexicano no participó en la carrera pues en plena competencia el equipo en una parada en fosos para reparar un daño sobre el alerón delantero (splitter), tomó la decisión de subir a Stefan Mucke, quien ya había manejado, pero querían asegurarse que el auto estuviera en buenas condiciones para recuperar el podio.

Stefan tuvo un contacto en la última curva del circuito persiguiendo al tercer lugar, y salió bien librado para llevarse el último escalón sin ser penalizados. En la categoría GT AM, el Ferrari 458 de AF Corse- Waltrip se llevó los honores, seguidos del Corvette C6-ZR1 de Larbre Competition, que luego fue descalificado por el extintor, y subió a sus sitio el Porsche 911 RSR del equipo Felbermayr-Proton.