TEXTO: Yann Seite
El pasado 3 de junio llegó la tradicional cita del Fanatec GT World Challenge Europe powered by AWS en Le Castellet, con la carrera de seis horas.
Este evento se lleva a cabo en la versión con la recta completa de Mistral (¡1850 metros a toda velocidad!) de la pista ubicada en el sur de Francia. Se erige como una repetición en condiciones reales, antes de la cumbre de la temporada europea de GT3: las 24 horas de Spa Francorchamps.
También es un hito singular, que termina a la medianoche, con sus festividades, es decir, fuegos artificiales que celebran la última vuelta y una ‘fiesta en la azotea’ con entradas agotadas.
Año tras año, el promotor SRO consolida una sólida plataforma de los fabricantes de GT más prestigiosos, además de atraer a la mayoría de los pilotos famosos del planeta en esta clase de autos.
Dos señales dan testimonio de esta vitalidad (tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo): nada menos que 57 autos en la salida (!), y un avión ‘chárter’ en el aeropuerto de Le Castellet, para llevar a Le Mans a todos los pilotos que participarían, al día siguiente, en el prestigioso Día de Pruebas de las 24 horas.
Comenzando desde la Posición de Privilegio, la tripleta que conforman Raffaele Marciello, Jules Gounon y Timur Boguslavskiy finalmente ganó la carrera, pero fue una batalla difícil. El Akkodis ASP No. 88 Mercedes-AMG lideró la primera vuelta, luego cayó al quinto lugar durante las siguientes horas.
Sin embargo, la lucha nunca se detuvo hasta la obra maestra decisiva de Marciello: el piloto suizo ganó cuatro posiciones en su penúltima vuelta, adelantando a un Mercedes-AMG, un Audi y dos BMW.
El campeón mundial italiano de MotoGP, Valentino Rossi, terminó octavo con su equipo WRT en el BMW M4 #46, aunque en la misma vuelta que el trío ganador.
Con solo una neutralización bajo el periodo del Auto de Seguridad, se consiguió un nuevo récord de distancia de 183 vueltas en esta prueba de seis horas (1056.09 km)