POR FERNANDO TORNELLO • @F1Tornello

“LOS FANS YA SE ACOSTUMBRARON A OPINAR, CRITICAR, ELOGIAR, MOSTRAR FOTOS Y VIDEOS DESDE EL LUGAR DE LOS HECHOS, NO SE LES DEBE SEGUIR IGNORANDO”

Siempre cuesta adaptarse a los cambios, sobre todo si éstos provienen en gran número y dan vuelta a lo que uno conocía y quería. La F1 está terminando de transitar un año tumultuoso, con grandes novedades en el tema reglamento, motores híbridos compuestos por seis partes, pilotos tan jóvenes que antes no daban ni para F3 por su edad, el reclamo constante del público para que se abra a las redes sociales como lo hacen otros deportes, falta del ruido característico de otras épocas y muchos más.

También 2014 fue el año en que una mujer, Susie Wolff, volvió a girar en prácticas oficiales de la categoría, en tanto algunos directores de equipos, cuyas edades no sobrepasan los 40 años, presionan a Ecclestone y Todt para que atraigan a más público joven y femenino.

Accidentes lamentables, como el de Jules Bianchi en Suzuka, sólo se vieron por videos de aficionados en las redes, mientras la TV oficial no mostró imágenes. Los dirigentes deben comprender que la vida de cada individuo se ha transformado en pública, todo se muestra y se cuenta por diversas vías, casi nada queda oculto. Para mejorar, Ecclestone debería aceptar que no todo lo puede transformar en negocio. A veces, una imagen en Youtube, Facebook o Twitter vale más que una campaña publicitaria, aunque no reditúe en dinero inmediato.

Los fans ya se acostumbraron a opinar, criticar, elogiar, mostrar fotos y videos desde el lugar de los hechos, no se les debe seguir ignorando. La F1 tiene que darle paso a su gente con ideas nuevas, aunque esto no signifique que Bernie deba claudicar, sólo se le pide una apertura de mente necesaria para mejorar la relación con una franja generacional que quiere ser partícipe de lo que le gusta.

En un año dominado de principio a fin por Mercedes y sus pilotos, sumado a los anteriores en que dominó Red Bull, la manera de entretener al público sería incrementar su participación, que se sienta responsable del crecimiento de su deporte favorito. En contra del crecimiento de los medios electrónicos en F1 juega que los europeos manejan la categoría y, se sabe, la idiosincrasia del viejo continente difiere de la de los americanos, que con deportes emblemáticos como el baloncesto de la NBA, por ejemplo, hacen que su público se integre con ideas, juegos y hasta elección de jugadores para ciertos partidos. ¿Alguien imagina a los aficionados eligiendo a un piloto para determinado equipo en F1? ¿O por lo menos para alguna carrera? En esto ha dado un paso elogiable la nueva Fórmula E de la FIA, que permite al público votar para que tres pilotos por evento tengan la posibilidad de disponer de más potencia en su auto.

FIA y FOM deberían aplicar rápidamente ideas nuevas en este sentido y ser creativos. Profesionales jóvenes abundan en F1. Sólo falta que se les consulte y que, por una vez, el dinero quede en segundo plano. O más atrás aún.