Por Fernando Tornello
Los cambios provocan siempre cierta inquietud, en cualquier ámbito, sean provocados por necesidad extrema, o para mezclar las cartas y cambiar el juego, o por lo menos a quienes lo dominan. A partir de la “revolución” en la F1, me pregunté qué pilotos pueden haber acertado al mudarse y quién se lamentará: ¿Pérez, Hulkenberg, Massa, Maldonado, Sutil, Raikkonen o Ricciardo?
Me queda la impresión que Massa y Pérez pueden agradecer haber enfrentado la mudanza con la frente alta. Felipe salió de Ferrari y se encuentra con un Williams, motorizado por Mercedes, que le permitirá volver a mostrar lo mejor de sí. Williams, bajo la dirección de Pat Symonds, parece haber encontrado un rumbo que había perdido hace una década, salvo aquella aislada victoria de Maldonado en España 2012. Massa sin la enorme presión de correr para Ferrari, puede comenzar una etapa que lo reposicionará como un muy buen piloto y sabe que será el líder del equipo.
El caso de ‘Checo’ demuestra lo relativo que es todo en la F1. Muchos pensaron que quedar fuera de McLaren sería un golpe enorme para el futuro del mexicano. Sin embargo, Checo se lució en los entrenamientos mientras su equipo, Force India, presentó un buen auto. La escudería india debe solucionar problemas que tienen sus propietarios, pero aparece fuerte en pista. Checo volverá a demostrar este año lo que vale. En el futuro tendrá abiertas las puertas de escuderías grandes nuevamente.
Su compañero Nico Hulkenberg vive algo parecido, aunque no llegó desde una escuadra de primera. Sus actuaciones en Sauber lo convirtieron en una de las figuras del año pasado. Se lo nombró para Ferrari y Lotus pero recaló en el equipo indio. Al igual que Pérez, podrá demostrar que es uno de los mejores de la categoría. Salió ganando con el cambio.
El que saltó a tiempo a un barco más firme y con posibilidades de luchar por el título es Kimi Raikkonen. A pesar de la presión que significa correr para Ferrari, Raikkonen no le tiene que demostrar nada, ya salió campeón
con la ‘Scuderia’ en 2007; se fue cuando no tenía ganas de correr en F1 y vuelve ahora, motivado, aunque con un compañero durísimo como Fernando Alonso. El talento de Raikkonen motivará más aún a Alonso, con lo que viviremos un duelo excepcional durante 2014. La pareja de Ferrari es la más fuerte, seguida de cerca por Hamilton-Rosberg, de Mercedes y, más atrás, Pérez-Hulkenberg y Grosjean-Maldonado, de Lotus.
El caso de Pastor Maldonado es emblemático; llega a Lotus en un momento de declive, tras perder a varios hombres claves, como Boullier y Allison. Por citar un caso que viví de cerca, en 1979 Carlos Reutemann pasó de Ferrari al equipo campeón, Lotus, que había ganado 8 GPs en la temporada anterior. Como resultado, Chapman se distrajo desarrollando el Lotus 80, que fracasó, el modelo 79 perdió terreno con sus adversarios y quedó como un auto mediocre con el que Reutemann sólo pudo terminar segundo en algunas carreras. Espero que Pastor no viva el mismo calvario.
En cuanto a Adrián Sutil, que llegó a Sauber, no parece haber cambiado demasiado. Force India parece más que Sauber a esta altura y Sutil no ha demostrado merecer mucho más. Deberá enfrentarse con Esteban Gutiérrez, su joven compañero mexicano, en su segundo año de F1, recogiendo los frutos que sembró en su temporada debut. Le espera un año duro al alemán hijo de uruguayo.
Dejé para el final a Daniel Ricciardo. A simple vista, un pase de Toro Rosso a Red Bull es un gran ascenso. Lo que preocupa, sin embargo, es que cuando los jóvenes llegan a grandes equipos y éstos están complicados, el aprendizaje se hace muy duro. Basta el ejemplo de Checo en McLaren para entenderlo. Red Bull tiene grandes presiones sobre su espalda y Ricciardo las tendrá sobre la suya. Además de enfrentar al cuádruple campeón de F1 deberá mostrar que está a la altura de un gran equipo, aun cuando el auto y su motor no rindan lo que todos esperaban. Será una tarea dura, si la supera se habrá graduado de gran piloto. Espero que lo logre.