Sin pasar a la Q3, pero con un auto de seguridad propicio, Alonso es profeta en su tierra.
Por Carlos Jalife
De regreso en Europa para lo que podría ser la última edición anual del GP de Europa en Valencia, y aunque se esperaba una procesión similar a las de años anteriores, las circunstancias dieron una carrera muy distinta, entretenida, quizás la mejor del año.
La calificación hacía temer lo peor, con dominio del RB8 de Vettel, quien puso una vuelta en su única corrida (ya no tenía llantas para más) que lo dejó más de tres décimas delante de Lewis Hamilton, sorprendiendo a todos por la diferencia, pues los 13 primeros en la Q2 habían estado metidos en ese rango, lo cual había dejado fuera a Alonso y Schumacher, 11 y 12 respectivamente. En tercero se formaría Maldonado –como si oír hablar español en las calles lo motivara– seguido por los Lotus.
La sorpresa la dieron los dos Force India que se metieron a la Q3 juntos por primera vez en el año. Y más atrás el incansable Heikki metió al Caterham a la Q2 encima de los Toro Rosso, algo inusual en tres campañas de vida del equipo, y también delante de Webber cuyo RB8 se quedó sin DRS y una falla en la caja y arrancaría en el lugar 19.
La carrera prometía ya que había muchos pilotos de punta en la parte media del pelotón y en la arrancada Vettel hizo una de sus tradicionales sin mácula para encabezar el pelotón en la primera frenada fuerte, en la Curva 2, mientras atrás Kimi intentaba pasar a Pastor, pero el criollo le cerró la puerta y Romain aprovechó para pasarlos a ambos por fuera y ponerse tercero, detrás de Lewis, quien perdió más de un segundo en su primer giro y se volvió el tapón que permitía a Vettel escaparse, en una repetición de 2011. Kamui también pasó al venezolano y Alonso se deshizo de Button, Di Resta y Rosberg para cerrar el giro 1 en octavo.
Vettel simplemente le sacó 12 segundos a Hamilton en los primeros 10 giros y cuando Grosjean finalmente pasó a Lewis, los punteros rodaron manteniendo la brecha estable. Button había iniciado la ronda de paradas en la vuelta 10, y Lewis se detuvo en la 13 , con la tercia de Kamui, Kimi y Pastor un giro después, pero los tres se atoraron en sus fosos por problemas diversos y cuando Alonso, quien había pasado a Rosberg, se detuvo en la vuelta 15, sus mecánicos lo sacaron en cuarto sitio. Vettel y Grosjean pararon juntos, pero el alemán salió mejor colocado y para cuando Romain se deshizo de algunos rezagados –o en estrategias distintas, como Di Resta que iba a una parada– ya Sebastian le sacaba más de 16 segundos y se alejaba.
El problema para los que los seguían era que Schumacher, Senna y Webber estaban entre ellos y los punteros, pues iban en otra secuencia de detenciones y se formó un tren que los hizo perder mucho tiempo. Alonso se deshizo de todos y Kimi pasó a Webber y Senna, con Kamui a su espalda, pero Bruno no checó los espejos y le cerró el paso al nipón provocando un choque que mandó a los fosos a ambos.
Con los ánimos caldeados por la procesión, más atrás Vergné rebasó a Heikki, pero antes de llegar a la curva le aventó el auto y le rompió la llanta izquierda y volaron pedazos de alerones por todos lados, por lo que salió el auto de seguridad para permitir la limpieza de la pista y, de paso, apretar el pelotón cuando Vettel ya tenía 20 segundos de ventaja sobre Grosjean.
La mayoría se apuró a parar por su juego final de llantas mientras el insignia rodaba en pista y Lewis sufrió su usual problema –ahora fue un ‘gato’ delantero que se cayó y le costó 10 segundos– por lo que salió a formarse quinto atrás de Alonso y Kimi. Cuando regresó la verde en el giro 34 Vettel se fue otra vez inmaculadamente, pero Alonso se comió a Grosjean para ponerse segundo, tocándose ligeramente en la Curva 2, y cuando Vettel se quedó sin alternador y sin electricidad en la Curva 17, el Ferrari tomó la punta con la erupción en las tribunas acallando el ruido de los 20,000 caballos en la pista. Grosjean lo seguía de cerca y atrás de ellos Ricciardo, en llantas viejas tapaba al resto permitiendo que se escaparan los punteros.
Kimi se desacomodó tratando de pasar al Toro Rosso y Lewis lo pasó, pero a Rosberg le fue peor pues perdió siete sitios al pelear con el australiano y salirse de la línea. Luego Schumacher y Webber, con llantas viejas lo apretaron, pero Daniel eligió entrar a los fosos cuando Mark se abría y lo mandó al escape, por lo que Pastor y Hulkenberg victimaron al RB8. Pero Mark decidió parar por llantas nuevas, junto con Schumacher, y tratar de remontar.
Adelante Grosjean intentaba pasar a Alonso, pero en el giro 40 su alternador también falló y le dio a Fernando el triunfo… si aguantaba 17 giros más. Hamilton estaba más concentrado en hacer durar sus llantas y Kimi trataba de pasarlo, y en la pelea nadie inquietó a Alonso pues todos se acabaron las llantas igual que el líder, quien para la vuelta 50 ya pedía instrucciones sobre qué hacer, pero le dijeron que todo estaba igual y que no esperaban una repetición del final de Canadá. Los que avanzaban eran Schumacher y Webber, quienes pasaron a Button, Pérez y los Force India para ir por Lewis y Pastor, quienes disputaban el tercer puesto.
Hamilton ya no tenía llantas y en la Curva 12 Pastor intentó por fuera, pero el inglés lo mandó al escape y con cuatro llantas fuera el venezolano regresó al ápice de la Curva 13 sin control y mandó a Lewis contra la barda, mientras él cubría lentamente el final de la vuelta quedando décimo, aunque los comisarios lo castigaron con 20 segundos por causar un choque.
Todavía en el giro final Rosberg, con llantas nuevas, pudo pasar a Di Resta, tras deshacerse de Button y Pérez, para tomar el sexto sitio atrás de Hulkenberg; Button mismo repasó a Sergio, cuyas llantas ahora sí no aguantaron, y Senna heredó el décimo de Pastor. Alonso tuvo que apagar su auto para no quedarse sin gasolina para la prueba FIA y durante casi 10 minutos se deleitó con bandereros y público frente a las gradas de atrás del circuito en lo que iban a recogerlo, profeta, al fin, en su tierra.